Pedro Castillo, el ganador de las presidenciales en Perú de junio, que insólitamente recién ayer (por las presiones del fujimorismo y la derecha peruanos) fue proclamado presidente en forma oficial tras seis semanas de tensión, se reunió con el embajador de China para empezar a establecer vínculos que continúen y fortalezcan la relación bilateral.

Castillo jurará el 28 de julio, en el bicentenario de la independencia peruana. Es un maestro rural de izquierda, del partido Perú Libre, y visitó al embajador Liang Yu en la sede de China en Lima, ubicada en el distrito de San Isidro.

A través de un mensaje compartido en su cuenta de Twitter, el postulante a la Presidencia de la República indicó que el encuentro se dio “para priorizar los lazos de hermandad y cooperación entre ambos países”.

Durante la reunión, Castillo estuvo acompañado por los integrantes de su equipo técnico, Pedro Francke y Hernando Cevallos, y conversaron por una media hora con el diplomático chino.

Perú y China tienen una asociación estratégica desde 2009, luego elevada a “integral” (como Argentina), pero además tienen un Tratado de Libre Comercio y Perú ha adherido a la iniciativa la Franja y la Ruta.

El país asiático es el primer socio comercial del país andino, el mayor destino de exportaciones y el principal origen de inversiones para Perú.

Además, ambos países tienen más de 170 años de historia migratoria en común.

Uno de los temas que podría derivar en negociaciones con China es que, en campaña, Castillo dijo que revisará el esquema impositivo de las grandes mineras extranjeras que operan en el país. De China hay tres importantes: MMG (oro y molibeno), Chinalco (Aluminium Corp. of China, que explota cobre) y Shougang Hierro Perú, que se lleva a China casi todo el mineral de hierro producido en el país (ver Nodal). Además están Guaoxin asociada a MMG, Jinzhao (hierro) y Jianxi Cooper (cobre).

Sobre la reunión con el embajador chino, ver RPP noticias.