Mian resiste y encanta
El 2020 quedará en los registros del Barrio Chino de la ciudad de Buenos Aires como un año de mal augurio, en especial en los negocios de gastronomía –se lee en el suplemento Radar de Página12. Pero por suerte sigue en pie Mian, ahora sobre la calle Mendoza.
“La pandemia y la cuarentena dolieron fuerte en esta zona que vive de su bullicio y de sus colores, de la alegría que genera encontrar sabores, aromas y productos llegados literalmente del otro lado del mundo. En medio de cierres de lugares icónicos (el ya extrañado Hong Kong Style, el tan popular Todos Contentos), por suerte sigue allí brillando Mian, ahora mudado sobre la calle Mendoza, un restaurante que mantiene perfil bajo, horarios diurnos, precios amigables y fiel clientela compuesta en gran mayoría por la propia colectividad asiática. Al llegar, un cartel advierte que solo toman pedidos por take away, pero preguntando si hay lugar, permiten pasar a un salón que mantiene puerta abierta, persiana cerrada y una estricta y generosa distancia entre mesas (más de tres metros).
“La especialidad de Mian –escribe Rodolfo Reich– son sus sopas: ‘las mejores sopas chinas en el Barrio Chino porteño’, aseguran sin falsas modestias y con mucha razón. La carta en castellano incluye más de 20 opciones (entre $750 y $350; la carta en chino agrega varias más) y siempre hay camareros que pueden ayudar en la elección. Son sopas contundentes, sabrosas, con fideos de trigo pero también de arroz en versión finos y anchos, además de los traslúcidos a base de mandioca o de batata. Salvo una, el resto no son picantes (hay salsa aparte para agregar), hay un par vegetarianas y las proteínas elegidas van de los mariscos al mondongo pasando por carnes de vaca y de cerdo. Hay versiones con tofu, brotes de bamboo, maní, cilantro, pickles. Algunas sopas son más saladas, otras ácidas y algunas más sutiles. Lo bueno: todas son generosas.
“Por fuera vale la pena pedir también un par de especialidades inevitables: los geniales dumplings al vapor, jugosos y de masa casera ($350 las ocho unidades); y los “churros salados”, una masa frita y alargada que se acompaña con salsa soja y es adictiva. Mian es sin dudas uno de los faros en un Barrio Chino que intenta recuperar en estos días todas sus luces”.
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