El Representante Especial para la Promoción del Comercio y las Inversiones de la Argentina en China, Sabino Vaca Narvaja, junto con otros diplomáticos de nuestra sede en Beijing, mantuvieron una reunión en la oficina del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y se habló de posible financiamiento para pasos bioceánicos.

La reunión se produjo una semana antes de la visita oficial del presidente, Alberto Fernández, a Chile, país con el que habría que avanzar conjuntamente en esos emprendimientos.

Los pasos bioceánicos son fundamentales “para mejorar las ventajas competitivas en el comercio con el continente asiático, debido a la reducción de un 30% de costos de fletes y una disminución en tiempos de navegación de entre 12 y 15 días”, dijo un comunicado de la Embajada argentina.

Además, permitirá el acceso a puertos de mayor calado (tres veces más que los puertos de Bs As y Rosario), lo que posibilitará una mayor carga para los barcos, una diferencia de 400.000 toneladas, con respecto a las 50.000 de puertos locales, agregó.

El BAII trabaja sin definir los montos de sus créditos de antemano, sino que depende del proyecto y generalmente financia un máximo del 70 %. También, se destacó que el Banco priorizará los proyectos que aumenten la conectividad en el comercio, lo que incluye a los pasos bioceánicos dentro de los estándares

En septiembre pasado, el Senado de la Nación Argentina, aprobó por unanimidad la incorporación del país al BAII. La adhesión a esta entidad financiera, se suscribió en 2015, durante la última gestión de Cristina Fernández de Kirchner, pero necesitaba tratamiento parlamentario para ser efectiva.

El banco fue propuesto por Xi Jinping en 2013 e inaugurado con una ceremonia en Beijing en octubre de 2014. La ONU se ha mostrado entusiasta con la propuesta china, a la que ha descrito como el FMI del futuro y ha señalado como “una gran propuesta para financiar el desarrollo sostenible” y “mejorar la gobernanza económica mundial”. La entidad, contó inicialmente con 100 mil millones de dólares, es decir, la mitad del dinero que posee el Banco Mundial.