Reflexiones sobre los lazos chino-rusos en el CARI
Bajo el título Rusia y China en el Espacio Euroasiático: ¿Cooperación o Competencia? se realizó ayer un webinar organizado por el Grupo de Estudios Contemporáneos del Espacio Euroasiático y el Comité de Asuntos Asiáticos del CARI.
La actividad del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales contó con la presencia de su titular, Adalberto Rodríguez Giavarini, quien abrió la mesa, y luego habló de “La actualidad de las relaciones ruso-chinas en el escenario euroasiático” Andrés Serbin del CRIES, de “Energía y proyectos de oleoductos y gasoductos” Andrés Di Pelino del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi, de la “Iniciativa de la Franja y la Ruta en Eurasia” la subsecretaria de Negociaciones Económicas, Multilaterales y Bilaterales de la Cancillería, Carola Ramón, y de “Las relaciones ruso-chinas en el marco de la Asociación Estratégica Integral de Coordinación” Jorge Malena, coordinador del Grupo China en el CARI y profesor de la UCA.
En la primer mesa moderada por Juan Massot,en las presentaciones y Lucas Chiodi en la parte técnica, Serbin habló de la integración de los grandes jugadores euroasiáticos, incluido India –recomendó no olvidar ese dato en los análisis- como parte del “triángulo estratégico” con China y Rusia, procurado en los últimos años para compensar el peso de las potencias atlánticas, en particular el de Estados Unidos. Y en particular historió los procesos de unidad sino-rusa que arrancaron en 1996 y se afianzaron con los acuerdos de 2001. Energía, alimentos, armas, finanzas y en parte bienes de alta tecnologíason los ejes sobresalientes del vínculo, dijo.
Di Pelino hizo eje en la Iniciativa la Franja y la Ruta (BRI) como marco de los acuerdos energéticos, tema en el que puso foco, dada la importancia de esos recursos y su abundancia en varias áreas euroasiáticas. La “joya” de ese esquema, explicó, es el gasoducto de más de 5000 km entre el norte de China y la Siberia de Rusia, la zona proveedora. También aludió a los lazos chinos no sólo con la UE sino con las naciones orientales de Europa y los esquemas de acuerdos de ganancia mutua y complementación, en el mismo espíritu que los firmados por Beijing y Moscú.
Ramón Berjano retomó la explicación de la BRI y sus seis corredores terrestres (además de la ruta marítima), así como las dimensiones de un proyecto que concentra, expresó, la visión de la “globalización con características chinas” que propone el gobierno de Xi Jinping al mundo. Infraestructura, política, persona-a- persona, financiera y económica son las cinco conectividades que busca el multimillonario proyecto, que la expositora detalló.
A su vez, Malena ofreció un perfil de la Asociación Estratégica Integral de Coordinación en la Nueva Era que tienen Rusia y China, un pacto del mayor nivel de confianza mutua en la jerarquía de la diplomacia china. Se da entonces con Rusia algo similar a la URSS, el primer país que reconoció a la República Popular luego de 1949. Equilibrio, simetrías y relaciones con rivales comunes forman parte del panorama binacional. Igual que Serbin, mencionó la confianza ganada entre los líderes Xi y Vladimir Putin, que ya se vieron el récord de 20 veces durante sus mandatos. Un factor de unidad es la atención a presiones extremistas, separatistas y fundamentalistas religiosas en la región vecina del oeste chino y el sur y sudeste ruso, señaló.
Hubo luego otra tanda de exposiciones que se refirieron a “Políticas de defensa y seguridad de Rusia y China en el ámbito euroasiático”, a cargo de Paulo Botta, del CARI y la UCA; “Política de defensa y seguridad de los Estados Unidos hacia Eurasia vis-a-vis la presencia de Rusia y China en la región”, con Juan Battaleme del CARI, y al cierre hicieron uso de la palabra Lila Roldán Vázquez, directora del Grupo de Estudios Contemporáneos del Espacio Euroasiático, y Eduardo Sadous, director del Comité de Asuntos Asiáticos.
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