Lenguaje estético sembrado sobre los campos virtuales
La ciberliteratura hace furor en China. Tang Jia San Shao (quien ya ganó millones de dólares), nóveles como Han Han (foto) o pioneros como Cai Zhijeng suelen escribir en el sitio web Rongshuxia.com y dan cuenta del boom, dice la escritora y periodista Marcela Fernández Vidal.
–Ciberliteratura en China: Lenguaje estético sembrado sobre los campos virtuales
Por Marcela Fernández Vidal para DangDai
El imparable desarrollo de la tecnología vinculada a la producción y transmisión de información, así como la expansión de la accesibilidad a los recursos que posibilitan utilizar, difundir o compartir dicha información, han influido no sólo en nuestra cotidianidad, sino también en todas las expresiones artísticas.
En el terreno de la literatura, desde mediados del siglo pasado se ha gestado un importante cambio al digitalizarse el corpus literario. El paso del soporte de papel al digital ha permitido un mayor almacenamiento y facilitado la portabilidad de los contenidos, aunque asimismo ha generado un rico debate en torno a una hipotética caducidad del formato tradicional del libro. La digitalización es una tarea que permite hablar no como una conjetura de la narrativa de ciencia ficción de la conformación de una biblioteca virtual: una biblioteca de Babilonia ubicada por fin, aunque en un espacio mínimo y transportable.
Además, en los últimos 20 años, asistimos al nacimiento de un fenómeno que representa dar un paso más allá: literatura creada exclusivamente para el formato digital, en especial, internet. Se la denomina “Literatura electrónica”. “literatura digital” o “ciberliteratura”. Su producción se manifiesta en Estados Unidos y Europa, también en Oriente -en Japón y Corea-, aunque en China ha adquirido la potencia de una corriente arrolladora que moviliza a millones de lectores y recursos para su difusión y comercialización.
“Es una presencia nada desdeñable. Para conocer y estudiar la literatura actual china no puedes pasar por alto la ciberliteratura del país. Tampoco a los ciberautores. Con el paso del tiempo, se volverá confusa la frontera entra la escritura tradicional y la digital. Está desapareciendo la pared invisible entre ambas cosas”, ha señalado el galardonado escritor Mo Yan. En cambio, otro notable, Mai Jia, cree que “el 99,99% son basura”. La polémica está abierta y se van sumando voces. El escritor Wang Shuo dice que “representa el futuro de la literatura”, mientras que otro colega, Liu Liu, es tajante: “para mí la internet es el punto de partida de toda mi realidad”.
El profesor Sun Xintang, directivo del Centro Regional de los Institutos Confucio en América Latina, ha encarado en diversas conferencias y publicaciones la temática. Según sus investigaciones, la ciberliteratura china abarca gran variedad de estilos: novela histórica, ciencia ficción y fantasía, vida juvenil urbana, luchas laborales, adaptación de juegos en línea, narrativas sobrenaturales y de aventura y suspenso, artes marciales e historias militares y la realidad china ficcionalizada con creciente realismo.
El investigador, quien ha viajado a Argentina a hablar del tema al menos en dos oportunidades, invitado por la Universidad de Congreso a Mendoza y por FLACSO a Buenos Aires, también destaca que viene acompañado de un fenómeno económico importante, pues se desenvuelve en un mercado específico que involucra el cine, la televisión, los juegos, el cómic, la publicidad, la creación de fans y, por su fuera poco, activa la producción de libros, juegos, juguetes, parque temáticos , turismos, entre otros emprendimientos comerciales eficazmente aceitados. Según sus datos, en China ya hay 14 millones de cibernautas que consumen literatura por tablets o, cada vez más, por celulares. Y hay 1,6 millones de libros publicados en ese formato. En 2017, ese mercado llegó a facturar en yuanes el equivalente a 1.859 millones de dólares. Y el ciberautor que más ganó dinero fue, hasta ahora, Tang Jia San Shao: 17 millones de dólares en un año. Para 2018, se contabilizaron más de 432 millones de lectores y más de 17 millones de autores, con 680 mil contratos firmados. “No registramos esos contratos fuera de China. Como industria, la ciberliteratura es exclusivamente china”, señala Sun.
Si se trata de datar, la tendencia habría comenzado el año 1998, cuando apareció el primer libro online, por entregas, escrito por el taiwanés Cai Zhijeng y cuya traducción (todavía no realizada en español) sería “El primer contacto íntimo”. La obra fue muy exitosa en China y, como otras obras de ciberliteratura, llevada al cine, a la TV y a historietas.
La agencia Xinhua, en una serie de artículos que aborda el fenómeno con gran caudal de datos y una incisiva mirada, destaca que esta disciplina asume las características propias del medio: alta velocidad de producción, fácil acceso, gran nivel de imaginación y, especialmente, interacción en línea. Da cuenta de que el sitio web Rongshuxia.com, fundado en 1997, fue el primero de literatura en línea de China en el que los cibernautas podían publicar sus obras literarias y leer gratis. En esta plataforma publicaron muchos escritores jóvenes, como Han Han, Ning Caishen, Jin Hezai o Murong Xuecun, entre otros.
Según la agencia de noticias, “las obras son más apreciadas por jóvenes que viven en grandes ciudades como Beijing y Shanghai. La encuesta de Sootoo.com demuestra que 85 % de los lectores tienen menos de 40 años, y que la mayoría de los escritores nacieron después de los años de 1970 u 80. Todos pertenecen a la clase media emergente”.
El derrotero que seguirá la ciberliteratura es incierto, pero el profesor Sun Xintang confía en que será muy interesante y prometedor, ya que se trata de un fenómeno cultural y comercial único en el mundo.
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