El tablero global

24 abril, 2020

En sendas notas, Juan M. Karg, Mariano Turzi, Gonzalo Ghiggino y Carlos Juárez Centeno, Boyanovsky Bazán y Helga Zepp-La Rouche abordan la rivalidad EEUU-China en este contexto de pandemia. El primero se pregunta si China se consolidará  como “global player” con su gestión de crisis del covid-19 mientras decae la prevalencia mundial de EEUU. El segundo señala que EE.UU. tiene a sus espías trabajando para probar que China, su principal competidor, ha mentido. Ghiggino-Juárez publican una nota sobre el coronavirus que abarca las críticas de Trump a la OMS, la hegemonía china y las visión de Henry Kissinger, en tanto Boyanovsky observa cómo EEUU retomó su “guerra” contra China, que había entrado en una fase de negociación, a partir de la pandemia. Finalmente, la titular del Instituto Schiller cuestiona la “rabiosa” campaña de Donald Trump contra Beijing.

Ver las notas de Karg en Página 12., de Turzi en Clarín, Ghiggino y Juárez Centeno, en La Voz del Interior y de Boyanovsky en Tiempo Argentino.

En cuanto al otro artículo mencionado, el Instituto Schiller informó que su fundadora y presidente, Helga Zepp-LaRouche, cuestionó con dureza “la rabiosa campaña contra China que se viene divulgando en Occidente, en especial desde Estados Unidos”.

En su declaración, la dirigente alemana y viuda del activista político estadounidense Lyndon LaRouche, señaló que “la histeria contra China es muy peligrosa y muy estúpida”.

El siguiente es el texto completo: “Creo que esta campaña contra China proviene de una visión geopolítica muy arraigada, según la cual el ascenso de China significa necesariamente la caída de Estados Unidos y del Occidente en general. Y yo creo que ese punto de vista es erróneo. En ningún momento China ha amenazado con sustituir a Estados Unidos como potencia hegemónica. Han ofrecido cooperación sobre la base de una cooperación en la que todos ganan. Le han ofrecido a Estados Unidos una relación especial de gran potencia. Y es una idea absolutamente absurda pensar que se le puede pedir que detenga su avance a un país de 1,400 millones de personas, que ha decidido que quiere avanzar por la vía del progreso científico y tecnológico (y que ha demostrado que ese método funciona, sacando de la pobreza a 850 millones de personas, y luego, empezando a ofrecer la ventaja de ese enfoque a otros, mediante la Iniciativa de la Franja y la Ruta) ¡salvo con una guerra nuclear! Y eso es, obviamente, con lo que algunas personas desafortunadamente están dispuestas a jugar.

“China no es una fuerza agresiva. Pero naturalmente, sí amenaza a la idea de un orden mundial unipolar, que algunos neoconservadores y elementos británicos han tratado de imponer desde el período posterior al derrumbe de la Unión Soviética, a través de guerras intervencionistas. El gobierno de Bush y también el gobierno de Obama, realizaron todas estas guerras intervencionistas con la idea de imponer un cambio de régimen y las revoluciones de color, y eso es lo que nos ha traído la crisis que tenemos ahora en el sudoeste de Asia y la crisis de refugiados.

“Pero la idea de que se tiene que parar el ascenso de China, es muy peligroso. Y lo vemos ahora mismo, que esta campaña está dirigida absolutamente por la inteligencia británica. De hecho, después de que el Presidente Trump canceló desafortunadamente el financiamiento estadounidense a la Organización Mundial de la Salud, culpándola de haber sido responsable de muchas muertes, porque informaron mal a Estados Unidos (sobre lo cual ni siquiera quiero comentar, porque objetivamente no es cierto, simplemente), luego el ex jefe del MI6 salió diciendo que Trump no se debió haber enfocado en la OMS sino en China. Y la Sociedad Henry Jackson [en el Reino Unido], que es una organización completamente neoconservadora y una de las peores instituciones reaccionarias que se pueda imaginar, presentó una propuesta para que Occidente demande a China, de modo que ¡China tendría que pagar todo los costos que resulten de la pandemia!

Helga Zepp-LaRouche

“Ahora el tabloide alemán Bildzeitung publicó esa idea hoy en la página 2, el artículo completo, citando a la Sociedad Henry Jackson, con una larga lista de las facturas que se proponen (cuál fue el costo para los taxistas, para los propietarios de hoteles, 20 categorías en total) para que China pague. Y luego publicaron un comentario del Secretario de Estado Pompeo en la página 3, donde enumeran todos los argumentos contra China, lo cual viene a comprobar de manera definitiva que ese tabloide es parte de la ‘Iniciativa Integridad’, la operación de la inteligencia británica que controla la prensa occidental. Formalmente o no, no importa, pero de hecho está difundiendo la propaganda del imperio británico. Eso lo han demostrado en los últimos días, por si fuese necesaria esa prueba.

“Y lo que tratan de hacer es excitar a la población contra China, con cosas que de hecho no son ciertas en absoluto. Solo quiero mostrar algunas cifras, en donde dicen que China ‘ocultó’ la información sobre el virus, lo cual objetivamente no es verdad.

• Los primeros casos de una enfermedad nueva, desconocida, se conocieron en Wuhan el 23 de diciembre de 2019.

• Luego, el 30 de diciembre, ellos informaron sobre una cantidad de personas que se sospechaba que tenían neumonía.

• Luego el 3 de enero, la Comisión Nacional de Salud China emitió los lineamientos sobre cómo tratar estos casos.

• Y ya el 4 de enero, el personal médico de Wuhan se puso en contacto con sus homólogos de Estados Unidos y de la OMS y les informaron al respecto.

• Luego, solo tres días después, el 7 de enero, el personal científico médico de Wuhan pudo, por primera vez, aislar la cepa del coronavirus. La velocidad extraordinaria en la que lograron aislar esta nueva cepa recibió el elogio de toda la comunidad médica internacional.

“Entonces, ese es el registro. Y yo lo recuerdo, porque le estuvimos haciendo seguimiento muy de cerca cuando sucedía.

“Ya en ese momento, debido al hecho de que previamente ya habían sucedido los síndromes del SARS y del MERS, los gobiernos occidentales pudieron absolutamente haber movilizado su capacidad de producción de mascarillas, respiradores, camas de hospital y demás; ¡pero no lo hicieron! En vez de eso, siguieron repitiendo semana tras semana que ‘No, las mascarillas no sirven de nada’. El ministro alemán de Salud, Jens Spahn, dijo: ‘Oh, el virus nunca va a llegar a Alemania’. Siguió repitiendo eso hasta febrero, diciendo que el sistema de salud alemán está perfectamente preparado para cualquier eventualidad. Realmente no lo tomaron en serio sino hasta marzo, cuando brotó todo con una velocidad que dejó a todo mundo sin aliento. Pero incluso entonces, siguieron con la cantaleta de que las mascarillas no son necesarias. No dijeron: Sí necesitan mascarillas, sí necesitan pruebas en masa, produzcamos todo lo que sea necesario. En vez de esto, siguieron con la línea de ajustar lo que era necesario desde el punto de vista médico a los recursos escasos que había. Y eso es un hecho. Se puede decir lo mismo para todos los países europeos, y en cierta medida, todavía siguen en eso.

“Así que, yo creo que el ataque contra China es la operación mentirosa más necia y más inmoral, porque hay un país que sí tuvo éxito, cuando menos por ahora, ya que se trata de una pandemia, y nunca se sabe que sucederá después; pero pudieron contener y acabar con el virus en los focos de infección de la provincia de Hubei y en la ciudad de Wuhan. Y en vez de pensar: quizás fue el sistema de gobierno centralizado que tiene China, lo que fue la razón por la cual pudieron reaccionar tan rápidamente para reiniciar la producción de todo el país; y quizás fue debido al liberalismo extremo de Occidente el motivo por el cual no fue posible hacerlo; quizás se deba pensar que el sistema liberal y neoliberal tiene sus fallas inherentes. Pero en vez de analizar esto, prefieren desviar el asunto y atacar a China.

“Yo pienso que eso es muy peligroso, y es muy estúpido. Y pienso que se debe parar, y la gente no se debe dejar que estos medios masivos mentirosos, que no tienen nada que ver con el periodismo, la lleven por la nariz. Son realmente la fachada de la comunidad de inteligencia, que trata de alimentar su propaganda en procura de sus objetivos. Pero no tiene nada que ver con el periodismo honesto, en absoluto”.

Categorías: China

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