Tres artículos de South China Morning Post focalizan la escalada de Estados Unidos contra Irán en clave china. Por un lado, Emanuel Scimia escribe sobre las consecuencias posibles para la República Popular en suministro de petróleo (Irán es su cuarto proveedor más importante); por inestabilidad en la zona de Oriente Medio y Asia Central, con estribaciones a provocaciones rupturistas y terroristas en la frontera occidental china; por escalada de tensiones geopolíticas y por venta de armas, entre otros factores.

Por su parte, el mismo diario Ann Lee afirma que el principal objetivo del asesinato del iraní Qassem Soleini por parte de EE.UU. ha sido China, país al cual los norteamericanos han tratado de arrastrar a una guerra “desde 2013 a través del Mar del Sur de la China, Taiwán, Corea del Norte, Xinjiang y más recientemente Hong Kong”.

Un tercer artículo agrega que esta semana el secretario del Ejército estadounidense, Ryan McCarthy, dijo que su país dispondrá en 2021 y 2022 más tropas concentradas en la guerra cibernética y otras no convencionales en el Indo-Pacífico como parte del “esfuerzo para contener las actividades militares chinas”.

Notas I, II y III