Estados Unidos y China cerraron ayer el acuerdo de la primera fase de la paz comercial, según confirmaron ambos gobiernos. Mientras el Ministerio de Comercio chino informó que “hemos alcanzado un consenso sobre el texto del acuerdo y para retirar los aranceles de forma proporcional”, los Estados Unidos informaron que “hemos alcanzado un acuerdo histórico y vinculante en la primera fase del tratado comercial que propiciará reformas estructurales en los ámbitos económico y comercial de China, y en áreas como la propiedad intelectual, la transferencia de tecnología, la agricultura, los servicios financieros, y el sistema de cambio de la moneda”.

El Global Times había publicado horas antes que “Trump ha tomado una postura más positiva, y parece indicar que Estados Unidos y China se encontrarán a medio camino”.
Washington reducirá los aranceles que impone a importaciones chinas por valor de 370.000 millones de dólares.
Unos 250.000 millones serán gravados con un impuesto del 25%, mientras que el resto tendrá que tributar un 7,5%.
Además, Trump se compromete a no aprobar los nuevos gravámenes que tenía preparados para castigar otros bienes chinos por valor de 160.000 millones de dólares.
China, por su parte, hará lo propio con productos estadounidenses.