Esfuerzos de China por estabilizar su moneda
Ayer el gobierno chino anunció una serie de medidas para limitar la debilidad del yuan tras la fuerte devaluación del lunes, la que tuvo un fuerte impacto en los mercados de todo el mundo.
El Banco Popular de China, que regula la política monetaria del gigante asiático, fijó el valor de referencia de la moneda en un nivel más apreciado del esperado por los analistas y anunció la venta de bonos yuanes en la bolsa de Hong Kong, conjunto de medidas que llevaron este martes a una apreciación del 0,26% de la divisa.
El organismo estableció un precio de referencia de 6,9683 yuanes por dólar,por encima de los 6,9871 esperados por el mercado según un sondeo de Bloomberg mencionado por Infobae.
Por otra parte, se espera la venta de 30.000 millones de yuanes (unos 4.200 millones de dólares) en bonos el próximo 14 de agosto, de acuerdo al comunicado del Banco Popular emitido ayer- La medida que reduce la liquidez de la divisa en el extranjero.
Larry Hu, director de economía en la firma hongkonesa Macquarie Securities, sostuvo que “China quiere que la moneda tenga flexibilidad en ambas direcciones, pero no busca que los mercados entren en pánico”.
Sin embargo, las principales bolsas de Europa volvieron a cerrar con bajas a pesar de los intentos de China estabilizar al yuan.
“Desde que el jueves pasado el presidente Trump soslayara, una vez más, el devenir de las negociaciones comerciales con China lanzando nuevas amenazas arancelarias, provocó la salida de u$s6.800 millones en bonos y acciones desde las economías emergentes, según datos del Institute of International Finance (IIF)”, dice Jorge Herrera en Ámbito Financiero, en un artículo que sostiene que la “ola proteccionista” entró la “fase más temida”, porque “una vez que los países empiezan con devaluaciones competitivas no se sabe dónde terminan”.
Clarín reproduce el artículo del New York Times “La pelea entre Estados Unidos y China pone a la economía mundial al borde del abismo”, en la que Neil Irwin asegura que “más allá de lo que ocurra próximamente -si esto resulta ser el principio de un gran giro en la economía mundial o solamente un día duro en los mercados-, lo que está claro es que la guerra comercial no está ya confinada al comercio.”
El autor advierte que “toda la estructura de instituciones internacionales cuyo propósito era prevenir las políticas de la era de la depresión podría estar amenazada”, con lo que “ningún país podría alcanzar una ventaja económica duradera”, mientras “una serie de instituciones financieras que han servido bien al mundo podría ver sus bases socavadas.”
El artículo concluye que “no hay nada en la economía mundial de los últimos años que haya sido lineal o predecible. No hay ninguna razón por la que los hechos del 5 de agosto de 2019 sean necesariamente el primer capítulo de un libro futuro acerca de la Recesión Global del 2020”, aunque “para evitar esto, es importante que los líderes mundiales comprendan qué es lo que está en juego”, siendo que el “pesimismo en los mercados el lunes pasado es una buena señal.”
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