Un cuento chino, como espejo de la relación bilateral

25 mayo, 2019


El académico de la Universidad Torcuato Di Tella Mariano Turzi y la profesora del ISER y licenciada en comunicación audiovisual Gladys Pierpauli escriben en Glocalism: Journal of Culture, Politics and Innovation, un artículo donde analiza la película Un cuento chino, y en especial la relación entre sus dos principales protagonistas (como se recordará, interpretados por Ricardo Darín e Ignacio Huang), como la simbolización fílmica de la relación entre China y Argentina.


 

El texto (publicado en inglés) se titula Transnational hybridity: Argentine film representation of chinese(ness) y subraya el concepto de híbrido, más que heterogéneo, como pertinente para reflejar uno de los patrones de la globalización en cuanto al cruce transcultural de identidades, en la cual una y otra parte se transforman al ponerse en contacto.

Tras resumir el argumento de la película (dirigida por  Sebastián Borensztein,  estrenada en Buenos Aires en 2011 recogiendo una enorme popularidad, y también muchos premios locales y externos, y titulada Chinese take-out en inglés), Turzi y Pierpauli hablan de la oposición en las psicologías de los personajes, Roberto y Jun, y de la crítica con la que el texto de la película golpea la tradicional noción de “identidad”.

Pero luego los autores cotejan esos y otros datos de Un cuento chino con la relación bilateral sino-argentina en cuanto a prejuicios, imaginarios de uno y otro y datos duros del vínculo (en lo comercial, migratorio, etc.), incluso comparándolos con lo que sucede en otros países latinoamericanos que también vienen incrementando sus lazos con China en todo sentido, para concluir que el juego de opuestos del tipo de personalidades de ambos protagonistas (asimilándolas a la “complementariedad”, “beneficio mutuo” y otros discursos que atraviesan las relaciones oficiales entre Argentina y China)  es más bien aparente, dado que en el fondo tienen muchas coincidencias en los traumas que han atravesado Roberto y Jun en sus vidas. Una idea que el autor basa en el concepto de coincidentia oppositorum.

“Paradójicamente –escriben Turzi y Pierpauli-, es sólo en la yuxtaposición de ambos personajes de las antípodas geográficas y de sus aparentemente antitéticos temperamentos que la verdadera esencia de cada uno logra una completa realización”.

Aquí, el artículo completo

Categorías: Cultura

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