Debate de think tanks por La Franja y la Ruta

11 mayo, 2019

Académicos argentinos y chinos dialogaron ayer sobre la Iniciativa la Franja y la Ruta (BRI, su sigla en inglés, antes Nueva Ruta de la Seda), compartiendo tanto las cifras y posibilidades de ese proyecto desplegado desde su anuncio hace ya cinco años –y su posible extensión en América Latina- como así también las dudas que se generan en varios países acerca de los objetivos perseguidos por China.


 

Fue en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales, donde miembros de su Grupo de Trabajo sobre China del Comité de Asuntos Asiáticos intercambiaron ideas con los think tanks Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneas (CICIR) e Instituto de Relaciones Exteriores del Pueblo Chino (CPIFA).

Hubo primero una sesión de palabras de apertura del vicepresidente del CARI, Félix Peña; el presidente del CPIFA, Wu Hailong; el embajador chino en Buenos Aires, Zou Xiaoli, y el director de Asia y Oceanía de la Cancillería, Eduardo Acevedo Díaz. Peña remarcó la importancia de enfatizar BRI como palanca de desarrollo, de mutua comprensión y de ganancia compartida, como postulan los chinos. Wu sintetizó los resultados del reciente II Foro del BRI en China, donde se firmaron casi 300 documentos entre los 150 países que ya adhirieron a la iniciativa de Beijing, en obras que involucrarán inversiones por el equivalente a unos 64 mil millones de dólares. Zou señaló que pese a “nubes negras” que a veces aparecen, el proyecto se encamina a tono con “la historia de la cooperación económica multilateral y como un proceso abierto, inclusivo y amigable con el medio ambiente”. Y Acevedo enfatizó la ampliación de los acuerdos entre Argentina y China firmados a fines del año pasado entre los presidentes Mauricio Macri y Xi Jinping.

En el panel de ponencias, moderado por el embajador Eduardo Sadous, Zhao Jinping, ex presidente de CIPFA y asesor del Consejo de Estado de la RPCh, dio detalles de BRI tales como que se están generando con las obras de conectividad e infraestructura para el comercio 270 mil puestos de trabajo y que, para Argentina y el Cono Sur, China comprende las necesidades de inversiones productivas, pero que “Mercosur tiene una actitud conservadora, debería mejorar el entorno comercial y apuntar a un Tratado de Libre Comercio con China”.

Jorge Malena, coordinador del Grupo de Trabajo sobre China en el CARI, presentó un caso de estudio, el ferrocarril Belgrano y las inversiones chinas recibidas (las segundas más grandes de toda América latina luego de las represas de Santa Cruz, también en Argentina), “iniciado por un gobierno de centroizquierda (por el kirchnerismo) y continuado por otro de centroderecha (el actual), lo cual demuestra la conciencia de que tenemos un cuello de botella con la infraestructura (Malena citó varias cifras del déficit de obras en toda la región), donde ya no es Estados Unidos el inversor, sino por primera vez una potencia asiática jugando un rol clave”.

Sun Yanfeng, subdirector del Instituto para Estudios Latinoamericanos del CICIR, reseñó la relación con Argentina no sólo en materia económica sino también en política, cultura y ciencia y tecnología .

Y finalmente Carola Ramón Berjano, co-coordinadora del grupo citado del CARI, hizo hincapié en las “dudas” que a veces hay sobre BRI en torno a “si es o no un bien público y si genera o no ganancias compartidas”, dado que muchos ven sus obras como “cautivas de China”. Para la académica, en el primer punto debe debatirse la cuestión de “bien público” dada la participación de empresas privadas en las obras, y en el segundo China debería hacer más esfuerzos, dijo, por “trazar con más claridad y transparencia sus objetivos”, buscar “socios locales” y que haya una mayor comprensión de los valores y necesidades de la otra parte. Cerró hablando de la teoría de los juegos, donde los hay cooperativos y no cooperativos. “BRI debería estar en la primera alternativa”, concluyó.

Categorías: Política

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