Ejercicio naval chino en Qingdao, 2009

El Ministerio de Defensa de Estados Unidos elevó al Congreso su habitual informe anual y dedica una sección a China, como ha sido habitual estos años. Apunta a descifrar el “actual y probable curso futuro del desarrollo militar y tecnológico” de las fuerzas armadas chinas (el EPL) y de la estrategia de seguridad del país asiático por los próximos 20 años, así como las instancias de cooperación con EE.UU. Entre otros escenarios, el Pentágono cree que China podría reforzar su presencia militar en el Ártico, incluso mediante el despliegue de submarinos que actuarían como elementos disuasorios frente a ataques nucleares; que podría aumentar sus bases militares para “proteger su iniciativa Nueva Ruta de la Seda”, o –entre muchos otros conceptos, en un largo informe- que China “considera el dominio en el ciberespacio como un tipo de plataforma que provee oportunidades para lanzar una operación de influencia”.

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