Si entre mayo y junio las plantas productoras de harina de soja argentinas superan una revisión de las autoridades sanitarias de China, durante la segunda parte del año podrán concretar los primeros envíos de su producción al gigante asiático. Este negocio podría representar una colocación anual de hasta cinco millones de toneladas, con un ingreso de divisas cercano a los 1.200 millones de dólares anuales, según reconoción a Infobae Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

Luego de su último viaje a Beijing el dirigente sostuvo que “nuestro nivel de entusiasmo es alto tras un encuentro que mantuvimos en la Embajada argentina en Beijing con unas cuarenta empresas chinas, que representan cada una de ellas una faena anual de pollos similar al consumo anualizado que tiene la Argentina”.