En su tapa, el diario Clarín anuncia que revela “los documentos secretos” que prueban “para qué se usará la base china en Neuquén que inquieta a EE.UU.” La nota está en la línea que tuvo dos momentos de impacto con las publicaciones del estadounidense The New York Times en julio del año pasado y de la agencia británica Reuters en enero, con el argumento de que China “se ha intrometido” en América Latina en la época de los “gobiernos populistas” y “amenazado su soberanía” en perjuicio de todo el continente. Clarín es el diario más influyente de Argentina.

Ante una consulta de DangDai, la embajada de la República Popular China en Buenos Aires dijo que “las partes china y argentina han aclarado varias veces que, se trata de una Estación Espacial de Observación del Espacio Lejano, de uso cívico y científico.”

“La simple lectura de esos papeles sólo puede llevar a una conclusión: que la preocupación de la Casa Blanca -que se hizo oficial con la declaración del jefe del Comando Sur ante el Congreso de Estados Unidos de la semana pasada- no es infundada”, dice el artículo, y especifica que las procupaciones básicas son que “Hay Base Militar China en Bajada del Agrio, Neuquén” y que “está en condiciones de utilizarse comocentro de acopio de espionaje de comunicaciones”.

En el marco de un denodado realineamiento con los Estados Unidos, cuesta no percibir en esta cobertura periodística de Clarín una animadversión contra China. Quizás no sea la posición más inteligente en el terreno de la política exterior, siendo que China no sólo está reconfigurando el mundo con su crecimiento e influencia, sino que es el segundo destino de las exportaciones argentinas. El embajador argentino en Beijing, Diego Guelar, explicó en una entrevista del año pasado a DangDai que toda falta de vocación por cultivar lazos más profundos con China es debida a la dificultad de salir de la zona de confort que significa la relación con Estados Unidos. Guelar entiende que el foco debe ser defender los intereses de Argentina, negociando con todos.