El primer alunizaje en la cara oculta de la Luna
China logró llevar a cabo este jueves el primer alunizaje de un dispositivo espacial en la cara oculta de la Luna, anunciaron medios estatales de ese país asiático. El módulo de exploración Chang’e 4, que había despegado de la Tierra el 8 de diciembre, se posó sin problemas a las 10.26 hora de Beijing (las 23.26 del miércoles en la Argentina).
El alunizaje se realizó en el sector previsto por los especialistas: la cuenca de Aitken, en el polo sur del satélite de la Tierra, donde se encuentra el cráter Aitken, considerado el más profundo de la Luna y uno de los más grandes de la Vía Láctea.
“Logramos un resultado extremadamente preciso. El alunizaje fue suave y en un lugar ideal, en el centro de la zona seleccionada”, declaró el ingeniero de la Administración Espacial Nacional de China (CNSA) Sun Zezhou, jefe de la misión.
Una de las primeras tareas de la sonda fue enviar una foto de la superficie lunar al satélite Queqiao, que orbita alrededor de la Luna.
A diferencia de la cara de la Luna más cercana a la Tierra, que siempre está expuesta hacia nuestro planeta, ninguna sonda ni ningún módulo se exploración se había posado jamás en la superficie del lado contrario.
La cara oculta es montañosa y accidentada, salpicada de cráteres, mientras que la faz visible dispone de numerosas superficies planas para posarse.
El diario estatal Global Times calificó la llegada exitosa de la Chang’e 4 de “gran hito de la exploración humana del universo”.
Programas espaciales pioneros como el soviético o el estadounidense ya lograron hace más de medio siglo fotografiar la cara oculta de la Luna pero nunca alunizaron allí, pese a que en 1962 una misión no tripulada estadounidense lo intentó sin éxito.
Uno de los mayores desafíos es lograr comunicarse con el robot lunar. Como la cara oscura de la Luna está orientada en sentido opuesto a la Tierra, no hay una “línea de visión” directa para transmitir señales, salvo que se instale un relevo.
Así, China lanzó en mayo un satélite que bautizó Queqiao, posicionado en la órbita lunar para transmitir órdenes y datos intercambiados entre la Tierra y el módulo.
El Chang’e 4 llevará a cabo estudios sobre las radiofrecuencias bajas, el cultivo de tomates en otros planetas y los recursos minerales, entre otros objetivos.
El programa Chang’e (bautizado así en honor a una diosa que, según las leyendas chinas, vive en la Luna) comenzó con el lanzamiento de una primera sonda orbital en 2007, y desde entonces se han llevado al satélite de la Tierra cuatro aparatos más.
El objetivo final del programa es una misión tripulada a la Luna a largo plazo, aunque todavía no se fijó la fecha para ello y algunos expertos la sitúan en torno al año 2036.
La noticia en Clarín
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