Debate sobre las cadenas globales de valor
Burgos, Ma, Feng y Pinazo
Académicos argentinos y chinos debatieron ayer en una actividad titulada Más allá de la cumbre del G20 – Perspectivas para el desarrollo y la cooperación entre América Latina y China, organizada por el Centro de Investigación Mixto Internacional “Globalización y Sociedad” del Conicet y la Universidad de Shanghai y el Centro de Estudios Argentina China (CEACh) de la UBA, junto con visitantes del Institute of World Economics and Politics (IWEP), perteneciente a la Academia de Ciencias Sociales de China (CASS).
Uno de los momentos importantes del intercambio fue el contrapunto entre dos posiciones acerca de las Cadenas Globales de Valor (GVC) y su rol en los procesos de industrialización nacionales. Germán Pinazo, profesor-investigador en el Instituto de Industria y director de la Facultad de Economía Política de la Universidad Nacional de General Sarmiento, señaló que “las estadísticas (como las de la OCDE y la de la Unión Europea) muestran que las GVC ahogan los procesos de industrialización vía sustitución de importaciones, que han sido, y siguen siendo, un eje central de los procesos de desarrollo de los países subdesarrollados”. En tal sentido, aseguró que al “no dejar margen para que todos los países se sumen, al contrario se observa una gran concentración y que no hay lugar para todos; en general, el intento de sumarse a ellas no son repetibles para la mayoría de los países del Sur y suelen producir crisis difícil de manejar”.
Mallimaci y Mera al centro, a los costados Flores y Villagrán, y los panelistas
En cambio, Ma Tao, investigador Senior de IWEP, tuvo una mirada más positiva sobre el rol de las GVC (dio cifras de mejoras, aunque sobre todo en países del sudeste asiático y de China) pero reconoció que también se trata de “crear cadenas de valor nacionales”. Para él, comercio global e inversiones extranjeras potencian las GVC y aun dan más posibilidades laborales (una postura que no compartiría, por ejemplo, el nacionalismo proteccionista de un Donald Trump, para quien el esquema de apertura y GVC restó puestos de trabajo en EE.UU.). Aun así, Ma admitió que los trabajos están en riesgo por los flujos fronterizos.
Sobre China y Latinoamérica, el académico chino sugirió que nuestra región debería “integrarse más al corazón de los estadios más avanzados de las industrias y tecnologías junto a las GVC más allá del rol de ser proveedores de materias primas”, y propuso prestar más atención al comercio electrónico.
Justamente en la apertura del encuentro, la decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, Carolina Mera, se planteó la necesidad de discutir con China si nuestros países “dialogan con China como proveedores de recursos naturales o estamos a la altura de hacerlo en otras condiciones, con apertura a productos de ciencia y tecnología?”, para plantear luego el “momento crítico que vive Argentina en cuanto a una recesión que no golpea sólo a la economía, sino a todas las áreas y presupuestos nacionales”.
En la apertura también estuvo el director argentino del CIMI Conicet/Universidad de Shanghai, Fortunato Mallmaci, quien también advirtió sobre el desfinanciamiento y “el default que acaba de anunciar el jueves nuestro Conicet”, con lo cual coincidió con Mera sobre el desafío de plantearse con China un vínculo más intenso en los intercambios económicos y productivos.
Junto a Pinazo y Ma hablaron también Feng Weijiang, miembro principal del IWEP, y Martin Burgos, coordinador del Departamento de Economía Política del Centro Cultural de la Cooperación ‘FlorealGorini’, con moderación del director del CEACh, Ignacio Villagrán.
Por la tarde, otro panel reunió las ponencias de Pablo López, director del Departamento de Economía, Producción e Innovación Tecnológica, Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ), Xu Xiujun, investigador sénior de IWEP y director de Economía Política Internacional de CASS, Santiago Juncal, profesor-investigador, Instituto de Industria (IDEI) de la UNGS, y Jia Zhongzheng, asistente investigador asociado de IWEP, con moderación de Verónica N. Flores, coordinadora académica del CEACh.
Las palabras finales corrieron por cuenta de Martin Unzue, director del Instituto de Investigación “Gino Germani” de la UBA.
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