La misión Chang’e-4, rumbo a la luna
El sábado pasado, el programa chino de exploración lunar lanzó con éxito la misión Chang’e-4, una sonda que pretende alunizar en el hemisferio oculto de nuestro astro. El objetivo de la misión es analizar la historia y la geología del hemisferio lunar que no se ve desde la Tierra. La nave lleva semillas para comprobar si en esa superficie es posible replicar un proceso de fotosíntesis.
Se espera que la nave viaje desde el centro de lanzamiento de satélites Xichang, en el sur de China, y llegue al cráter Von Kármán, que está en la zona de impacto más antigua y más grande de la superficie lunar, la cuenca Aitken. Los astrofísicos creen que este cráter se formó por el impacto de un asteroide gigante hace miles de millones de años.
Según el cronograma de la misión Chang’e-4, bautizada así en honor a la diosa china de la Luna, la nave llegará a su destino en los primeros días de enero de 2019 y a las pocas horas de alunizar enviará un vehículo de exploración diseñado para recorrer el paisaje lunar y transmitir datos inéditos sobre la superficie inexplorada de nuestro satélite.
De acuerdo con la agencia del Gobierno de China, el vehículo de exploración planea hacer un reconocimiento de la historia y la geología de la región y de la composición de su suelo. El objetivo, al final, es que la nave pueda traer pedazos de rocas y piedras de esa cara lunar, invisible desde la Tierra. Con las muestras se podrán confirmar o contradecir las hipótesis científicas que creen que ese lado oculto tiene una corteza más antigua y gruesa, llena de cráteres, y que hay algunas planicies oscuras de basalto creadas por el flujo de lava.
Según un estudio publicado por científicos chinos en la revista especializada Journal of Geophysical Research, de la Asociación Geofísica Estadounidense, la misión también estudiará las condiciones para la transmisión de ondas de radio desde el lado lejano de la Luna. Como escribió la BBC, el vehículo que recorrerá la superficie llevará un contenedor con tres kilogramos de semillas de papas y de Arabidopsis, un género de plantas herbáceas, con el fin de hacer un experimento biológico.
La noticia en El Espectador
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