Un artículo de Ezequiel Parrilla en Notas sostiene que “si bien los acuerdos firmados (entre los presidentes Mauricio Macri y Xi Jinping) tienen importancia, sobre todo en materia comercial y financiera, no expresan un avance cualitativo en la relación, sino que “podrían verse como un nuevo capítulo de las idas y vueltas de la gestión de Macri con el gobierno asiático luego del intento de suspender la construcción de las represas hidroeléctricas Néstor Kirchner.”

En la nota, Néstor Restivo, director de la revista de intercambio cultural con China Dang Dai, ve los acuerdos como una “continuidad de las políticas desarrolladas por el gobierno anterior”.

El periodista enfatizó la oportunidad de “profundizar estas relaciones” y de buscar “beneficios estratégicos a largo plazo por parte de nuestro país”, por ejemplo a través del desarrollo de la central nuclear Atucha III, o de la incorporación de nuestro país a la iniciativa de la nueva “Franja y Ruta de la Seda” para América Latina y el Caribe.

Restivo señaló que “China tiene estrategia de largo plazo, tiene paciencia, tiene planificación, sabe exactamente qué es lo que quiere de Argentina y de América Latina y de nuestro lado somos zigzagueantes, no tenemos en claro los objetivos, no aprovechamos los espacios que da China para mejorar la capacidad productiva nuestra”.