Anoche llegó el país para asistir a la cumbre de líderes del Grupo de los 20 y el domingo hacer una visita de Estado a Argentina el presidente de la República Popular China, Xi Jinping. Una importante delegación de funcionarios y el Regimiento de Granaderos, más niños de una escuela china, lo recibieron junto a su esposa Peng Liyuan. El domingo firmará acuerdos, posiblemente entre ellos el ingreso de Argentina a la Iniciativa la Franja y la Ruta.

Estuvieron presentes en el aeropuerto internacional el canciller Jorge Faurie, el presidente de la Cámara de Diputados Emilio Monzó, el gobernador de Jujuy Gerardo Morales (su provincia cuenta con una fuerte inversión china en paneles solares), el embajador argentino en China Diego Guelar, el embajador chino en Argentina Yang Wanming y otros funcionarios de Cancillería y de las embajadas.

La recepción en Ezeiza contrastó de manera ostensible, y así lo reflejaron todos los medios, con la llegada, el día anterior, de otro presidente que asiste al G-20, el francés Emmanuel Macron, que fue un papelón de protocolo encabezado por la vicepresidenta Gabriela Michetti.

La llegada del líder del país “socio estratégico integral” de Argentina también se revisitó de mayor relevancia comparada con la de cualquier otro presidente del G-20. La explicación oficial fue que además de esa cumbre, Xi hará una visita de Estado y amerita tal recibimiento.

Acuerdos y Nueva Ruta de la Seda

Xi se dirigió luego al Hotel Sheraton –tuvo una calurosa acogida por ciudadanos chinos de nuestro país en su recorrido, así como la infantable presencia de una secta religiosa que repudia al gobierno chino y algunos de cuyos miembros fueron arrestados- y se aguarda con expectativa su participación en la cumbre de presidentes y, el domingo, los acuerdos que firmará con su par anfitrión Mauricio Macri sobre diversos temas económicos, financieros, científicos, educativos y culturales. También se firmaría el ingreso de Argentina a la Nueva Ruta de la Seda, según una nota del corresponsal de La Nación de Paraguay en Buenos Aires y ex corresponsal de Xinhua, Ricardo Rivas, ver aquí