Panel “Contacto con minorías étnicas de Yunnan y Qinghai”
Coordinados por Paule Decrop, el jueves 27 de septiembre a las 18.30 en la Casa de la Cultura China (Callao 150, CABA), la antropóloga Luciana Denardi y Gustavo Ng, coeditor de la Revista Dang Dai, presentarán sus recientes experiencias surgidas de visitas a diferentes etnias de China.
– Luciana Denardi (UNSAM, CONICET) expondrá sobre “Cambios y continuidades en las minorías étnicas de la provincia de Yunnan”, a partir de su visita a la provincia de Yunnan este año, invitada al 3rd Yunnan Conference on International Exchange of Professionals y a la Universidad de Yunnan.
La provincia de Yunnan se encuentra al sur del territorio chino, limitando con Laos, Vietnam y Myanmar. Su diversidad geográfica no es mayor a su diversidad cultural: allí residen más de 20 de las 56 minorías étnicas reconocidas por el Gobierno Chino.
En su presentación, Denardi analizará brevemente la política china de identificación étnica con énfasis en las características de algunos grupos estudiados en Yunnan.
“Muy lejos de Beijing y Shanghai, dice la antropóloga, la electricidad, los caminos pavimentados, los turistas están llegando a las comunidades desde hace menos de cinco años”. Su exposición abordará los cambios y continuidades generados en las prácticas cotidianas de estas poblaciones.
Finalmente, cuestionará “a través de diferentes imágenes, las representaciones de las minorías étnicas en parques y museos”.
Por su parte, el periodista y escritor Gustavo Ng presentará fotos y hablará sobre “El viento sagrado de los budistas tibetanos. Viaje a la provincia de Qinghai”, compartiendo información de su viaje de mayo, junio y julio de este año a la Prefectura de Ganca, en la provincia de Qinghai.
La provincia de Qinghai es la cuarta más extensa de China y también es una de las más deshabitadas —sólo viven allí 6 millones de los 1.400 millones de chinos. Una quinta parte de la población está formada por el pueblo tibetano, una de las 56 minorías étnicas en que se divide la sociedad de la vasta China.
Los tibetanos tienen sus propios idiomas (más de 200), características genéticas que favorecen su vida a más de 4000 metros de altura y sus creencias. Son profundamente budistas desde que el budismo se expandió hacia la zona donde viven en el siglo VII de nuestra era, y a la vez, conservan un manojo de tradiciones consideradas shamánicas, conocidas como religión Bön. Creen en la reencarnación y creen que en todas partes hay dioses. Creen que son dioses las montañas, los lagos, los arroyos.
“Creen que el hombre vive en un lugar sagrado”, dice Ng, y remarca que “en realidad, no necesitan creer: para ellos el mundo es simplemente sagrado. Sus vidas están en conexión con esa realidad divina”.
En la presentación, Ng relatará cómo “las comunidades tibetanas instalan banderas en los terrenos de sus casas, en las brechas (puentes, pasos entre montañas, portales, túneles) y en los templos. Las banderas son dispuestas en enormes estructuras, que permiten que el viento las atraviese. El viento es un Caballo Blanco que domina todo el inmenso territorio. Las banderas, que son rojas, blancas, anaranjadas, verdes y celestes, tienen inscriptas frases de los libros sagrados. El viento toma esas palabras y las lleva en las diez direcciones, a los dioses, a otros hombres”.
De esta manera, “cuando sopla el viento, un tibetano sabe que va cargado de plegarias para que las ovejas soporten el frío, para que la hermana se case pronto, o de adoración por la hermosura del valle cuando la primavera estalla, o va cargado de agradecimiento porque un hijo ha nacido fuerte y hermoso”.
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