El ex secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería y actual profesor e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes, Carlos Bianco, habló ayer en el Instituto de Estudios de América Latina de la Centra de los Trabajadores Argentinos (CTA) sobre lo que llamó “los 10 fracasos de la política exterior del gobierno de Mauricio Macri”, entre los cuales citó la “zigzagueante relación con la República Popular China”.

Presentado por Oscar Laborde, director del Instituto y diputado del Parlasur, Bianco se refirió a diversos “fracasos”, como la apuesta a mejorar exportaciones o inversiones externas (que no subieron, al contrario, dado el contexto global actual, el “errado diagnóstico” de que eso iba s ser posible, y las “inconsistencias” del programa económico argentino). También citó el hecho de querer ingresar a la OCDE (“Argentina ni siquiera fue invitada”) o a la Alianza del Pacífico (“donde ya tenemos acuerdos de libre comercio con Chile, Perú y Colombia); a querer crear un “Mercosur del siglo XXI, en un esquema que atrasa treinta años”. o, entre otros temas, al anunciado y también frustrado acuerdo Mercosur-Unión Europea. Otro fracaso, dijo, fue tener que recurrir por necesidad y urgencia -pese a que habían dicho que no lo harían- al FMI. Pero luego se refirió a dos fracasos puntuales en las expectativas del gobierno: las relaciones con Estados Unidos y con China.

De la primera, recordó que la cámara empresaria AmCham había hablado de 3.000 millones de dólares de inversiones en Argentina por parte de empresas estadounidenses “y no llegó nada”. También, que “Barack Obama había empezado a abrir el mercado de limones, pero Donald Trump lo cerró y ahora, luego de una renegociación, apenas si se exportarán unos 100 millones de dólares; Trump además nos cerró biocombustibles, por un volumen más importante. 1.300 millones de dólares; y cuando anunció que subiría aranceles a aluminio y acero, le dijo a Macri que no lo aplicaría si, a cambio, Argentina no condenaba el bombardeo a Siria y abría el mercado de carne porcina, cosas que Argentina hizo. Entonces, no le aplicaron esos aranceles. ¡Pero había sido sólo un anuncio!. Lo único logrado hasta ahora con EEUU es haber vuelto al Sistema Generalizado de Preferncias, el cual en su momento, hacia 2011, nos daba unos 400 a 500 millones de dólares más de exportaciones. Pero no es algo automático, habrá que ver si Argentina lo aprovecha”, expresó.

Y respecto de China, Bianco fue lapidario. “Este gobierno ha tenido una política zigzagueante. Por ejemplo, con el swap entre Bancos Centrales. Cuando lo negociamos en el gobierno de Cristina decían que eran papelitos de colores, aunque nosotros teníamos esos fondos disponibles allá sin usar. Pero ellos (el gobierno de Macri) luego los trajo” por la corrida cambiaria. “Tambièn pusieron en duda todas las inversiones chinas en obra pública, como la central nuclear, el tren Belgrano Cargas y las represas de Santa Cruz”, agregó. “Y lo más resonante fue que a la última cumbre Mercosur-Alianza del Pacífico, Macri, pese a que impulsaba el ingreso de Argentina a la Alianza (fracasada sobre todo porque no hay acuerdo con México), súbitamente decidió falta a esa cita e ir, en cambio, a la de los BRICS en Sudáfrica. ¿Por qué fue? Para llevarle una carta personal al presidente Xi Jiping dicéndole que destrabaría las obras comprometidas en Argentina a cambio de una ayuda de 20 mil millones de dólares por parte de Beijing. Todavía espera respuesta”, indicó.