Diálogo entre académicos en torno al Grupo de los 20
Autoridades de los Shanghai Institutes for International Studies debatieron ayer con diversos académicos y diplomáticos reunidos en la Universidad Nacional de San Martín por el director de su Centro Internacional de Estudios Políticos, el ex canciller y miembro argentino del SIIS Jorge Taiana. Encabezada por su vicedirector, Chen Dongxiao, la delegación del think tank conversó sobre el curso de la globalización, la guerra comercial lanzada por Estados Unidos y los desafíos del Grupo de los 20 (el SIIS participó en Mendoza de una reunión del T-20, que congrega a centros de estudios de diversos países) durante la presidencia argentina de ese foro, que culminará en noviembre y diciembre con una cumbre de los líderes.
La misión de SIIS, además de la visita e intercambio de ideas en el CIEP de la UNSaM y de su participación en el T-20, mantuvo contactos con las autoridades de la Dirección de Asia y Oceanía de la Cancillería y con el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales.
Ayer participaron del diálogo con Chen, junto con Taiana, el embajador Pablo Tettamanti (de la unidad especial G-20 de la Presidencia Argentina 2018), la profesora Diana Tussie de FLACSO, el profesor Ignacio Villagrán de la UBA, el ex jefe de gabinete de la Cancillería y actual asesor de la Comisión Mixta del Río Paraná Agustín Colombo Sierra, profesores de la UNSaM y el editor de Dang Dai Néstor Restivo.
Por su parte, Chen estuvo acompañado por los profesores Li Xin y Niu Haibin y las académicas Lou Xiangfei y Huang Fangfang, todos de diversos institutos del SIIS.
Chen abrió el debate señalando que esperaba que, pese al contexto actual de “incertidumbre global y guerra comercial, con auge del populismo, el proteccionismo y el unilateralismo, el G-20 pueda tener sentido”.
Para Tettamanti, pese a la agenda fijada por Argentina como país organizador este año (dedicada a infraestructura y conectividad, agroalimentos e innovación y trabajo para el futuro) “no se podrán ignorar en el G20 los debates más actuales”, como la guerra de tarifas lanzada por el presidente Donald Trump o la crisis inmigratoria y de refugiados mundial. Según como se balancee la agenda previa y la coyuntura, se medirá el éxito del G-20 en esta edición, consideró. Para el embajador, es este de todos modos un momento “muy difícil pero desafiante” para fijar “nuevas reglas”, distintas a las que primaron en toda la posguerra.
Taiana y Restivo se refirieron a ese nuevo escenario con otros jugadores (China, India, Rusia, el sudeste asiático, que para Chen “ya no son emergentes, eso fue hace 10 años, hoy son una realidad”) y de la preocupación porque Estados Unidos ha comenzado a jugar fuertemente contra la presencia de los nuevos actores, en especial China, en América Latina. Según Taiana, “durante los gobiernos populares de la década pasada, EE.UU. estaba más preocupado por Medio Oriente, por Afganistán, etc. y aquí hubo un proceso de integración hoy desandado por los nuevos gobiernos; pero el escenario cambió y EE.UU. ha vuelto a mostrar su querer regresar a lo que llama ‘patio trasero'”, impugnando la presencia china. Restivo recordó que en los últimos meses todos los altos funcionarios que visitaron la región desde Washington (el vicepresidente, el jefe del Pentágono, el secretario de Estado, el del Tesoro, el jefe del Comando Sur, etc.) hicieron referencia a la presencia china como peligrosa para los intereses hemisféricos.
Tussie incorporó temas de comercio y finanzas internacionales en donde China tiene cada vez un rol más importante, como el FMI, o donde busca tenerlo, como el Club de París (dada la novedosa actualidad china ahora como “país acreedor” de varios estados latinoamericanos, asiáticos o africanos, por ejemplo), como así también hizo alusión a la internacionalización del renminbi. Y Villagrán sumó y valoró asimismo temas de las relaciones e intercambios académicos y culturales entre China, Argentina y América Latina, así como de cooperación entre think tanks y universidades.
Para Chen, “el multilateralismo debería ser un elemento básico de las relaciones internacionales”, y sostuvo que el presidente Xi Jinping “está muy atento a la idea de renovar las reglas hacia un mundo que ya es más interdependiente, de cara a una comunidad del futuro”.
El visitante del SIIS también habló del “desafío histórico” de construir ese porvenir en el cual “China no busca reemplazar a EE.UU. como hegemón. Lo que debe entenderse es que China y muchos países ya no nord-atlánticos, por ejemplo, sacaron por primera vez de la pobreza a mil millones de personas con modelos diferentes (a los de Occidente); ya no hay un sólo modelo posible, ni lugar para el unilateralismo”.
Otra de sus definiciones fue que “China no busca minar el orden liberal, pensar eso es tener un punto de vista muy estrecho. A lo que aspira es a un mundo multipolar y multilateral (otro de los ejes coincidentes que subrayó Taiana) y sustentable, y donde todas las economías puedan participar de las cadenas globales de valor. Ese es el desafío, renovar nuestros activos mentales y la forma de pensar el mundo. Y el G-20 debería tener esa perspectiva”.
Finalmente, aludió a otro enorme reto como es el manejo del big data y el “comportamiento responsable” que deberían tener los actores involucrados en la era digital. “La sociedad civil, incluidos los think tanks, tendrían que estar muy atentos a esta cuestión”, expresó.
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