Una herramienta de gran utilidad para los seguidores de la relación bilateral comercial entre Argentina y China fue presentada ayer por el economista Guillermo Santa Cruz en la cámara binacional del sector. Se trata del Observatorio de las Inversiones Chinas en Argentina.

Santa Cruz es economista graduado en la Escuela de Negocios Internacionales de Universidad BLCU de Beijing y, para la Cámara Argentina China, comenzó a recopilar datos que se irán conociendo en el Observatorio y tratan de poner blanco sobre negro las inversiones del país asiático aquí, sean inversiones directas (no financieras), programas de cooperación o financiación y créditos, manejo de marcas y comercialización, compras internacionales con impacto local u otras radicaciones de capital.

Presentado por los directivos de la Cámara Argentina-China Ernesto Fernández Taboada y María Cristina Tapia Sasot, Santa Cruz dijo que se buscará “diferenciar lo que es inversión directa de cooperación o créditos, temas que muchas veces aparecen mezclados o dispersos, con información sin centralizar entre organismos públicos (nacionales, provinciales o municipales) y entes privados”.

En Inversiones Directas, el Observatorio ha identificado hasta ahora 29 empresas chinas radicadas en Argentina, de las cuales 6 son de pesca, 5 de agro, 4 de energía, 3 de hidrocarburos y 3 de minería, 2 de electrónicos o telecomunicaciones, 2 navieras, 2 de tabaco, 1 de automotores y 1 banco. El total invertido es difícil de cuantificar dada la dispersión de fuentes.

En Cooperación, en trenes, represas hidroeléctricas y otras obras suman un total de 23 mil millones de dólares, pero están en curso y son por etapas, y en algunos casos con anuncios hoy suspendidos, como las dos centrales nucleares.

En Marcas y Comercialización se relevaron 22 casos (10 empresas de autos, 8 electrónicas y telecomunicaciones, 1 de cigarrillos, 1 de grúas, 1 de electrodomésticos y 1 de petróleo).

Y en Compras Internacionales, pero con impacto local, se citó el caso de ChemChina, cuando compró a la suiza Syngenta, o de Cofco, cuando lo hizo con la holandesa Nidera o la trader norteamericana Noble, operaciones que influyen en Argentina por activos que esas empresas multinacionales tenían y siguen teniendo aquí, ahora de dueños chinos. Otro ejemplo fue la venta de la italiana Pirelli a una empresa china o la compra, por parte de Gangfeng, de la firma canadiense global que tenía en Jujuy una explotación de litio. Acaso pase con la venta de la francesa Club Med a una cadena china, que podría expandirse en Argentina.

Por otro lado, el Observatorio también seguirá inversiones muy dispersas pero cuantiosas al fin, como las de supermercados o restaurantes de origen chino en Argentina.

Santa Cruz dijo que China, como otros países grandes (Estados Unidos, los de la Unión Europea) invierten más de la mitad de sus capitales migrantes en las naciones desarrolladas. En el mundo, la inversión directa global rondó el 1,5 billón de dólares en 2016/7 y China va segunda luego de EE.UU. Pero de ese total, a América Latina sólo llega 10% y viene en descenso. En salida de capitales, lidera el país norteamericano con unos 300 mil millones de dólares, seguido por China con 120 mil millones (casi un tercio de lo que invierte en el exterior lo ha materializado en EE.UU. y su record fue cuando compró, a través de ChemChina, a Syngenta de Suiza por 43 mil millones de dólares). Luego, como inversores externos siguen Holanda, Japón, Canadá, Hong Kong (China) y Francia.

En captación de inversiones directas, también lidera EE.UU. con 311 mil millones de dólares, sigue China con 144 mil millones y, detrás de varios países, aparece Argentina muy atrás con 12 mil millones, pero “el grueso es reinversión de utilidades, o sea que no están llegando inversiones nuevas estos años”, dijo Santa Cruz.