Preparan un Festival Internacional de Shaolin Wushu en Sudamérica

9 mayo, 2018

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El Centro de Cultura Shaolin Argentina está organizando para agosto el 2º Festival Internacional de Shaolin Wushu en Sudamérica, que se llevará a cabo en Buenos Aires con la participación de ocho países de América Latina y la presencia de maestros que vendrán directamente del Templo Shaolin, ubicado en China. En LEER MÁS, un adelanto del tema que saldrá en la próxima edición de Revista Dang Dai


– El triunfo de la armonía

Centenares de argentinos tienen un contacto con China a través de sus técnicas de combate cuerpo a cuerpo. Hay escuelas de artes marciales en todas las provincias argentinas. Entre sus muchas disciplinas, están las derivadas de la tradición del templo budista Shaolin, fundado a fines del siglo V en la provincia de Henan.

En Almagro, centro de Buenos Aires está el Centro de Cultura Shaolin Argentina, fundado por Daniel Vera, quien fue iniciado en el kung fu por Bruce Lee en un cine de Avellaneda. En uno de las matinés dieron Operación Dragón y Daniel, como le sucedió a miles de chicos de todos los países, salió prendido fuego. “Salías con la cabeza llena de aviones, motonetas, selva, paracaídas… y todo se resolvía con el cuerpo humano. Necesitabas gritar, dar saltos, estallar”. Además, estaba el magnetismo de Bruce Lee, “que era un líder íntegro, que usaba su poder para proteger a sus compañeros de trabajo, oprimidos por los matones del dueño”.

Daniel Vera comenzó a practicar kung fu, se hizo un camino, fue reconocido. Por su aptitud acrobática participó en espectáculos de artes marciales, fue contratado para enseñar en Europa, en 1995 comenzó a ser instructor y una década después abrió una escuela. Para entonces, entre las diferentes ramas, había elegido el kung fu tradicional. Asociado con Yamila Melillo, viajaron a Italia a ver a Shi De Yang, uno de los monjes más importantes del templo originario.

“Para evolucionar teníamos que hacer contacto directo con los maestros más importantes del templo”, explica Yamila. “El Gran Maestro Shi De Yang tenía una perfección y una potencia enorme. Era todo armonía y energía. Nos cautivaba y llegar a ser sus discípulos se nos transformó en un objetivo primordial. Sintiéndonos unos atrevidos, le preguntamos si vendría a la Argentina, y él, con alegría y mucha humildad sonrió y dijo que sí”.

Shi De Yang (???) es la mayor autoridad del Patio Sur, uno de los cuatro en que se dividió el Templo Shaolin para dar lugar a diferentes troncos. Los patios Norte y Oeste se dispersaron, y el Patio Este convive con el Sur en el templo. Los extraños designios del cosmos han hecho brillar al antiguo templo de los monjes guerreros en todo el mundo. Miles de personas peregrinan hacia el lugar, en la actual China ávida por capitalizar los destinos turísticos. El templo clausuró una parte de su interior, pero abrió la fachada, donde los monjes practican y se dejan fotografiar. Muchos de los visitantes son practicantes de kung fu y van a capacitarse.

En el Templo Shaolin, Daniel y Yamila fueron aceptados en 2011 como discípulos y pasaron a formar parte de la 32ª generación del linaje Shaolin. Su relación con Shi De Yang se profundizó cuando él estuvo a Argentina. En el viaje sugirió que apoyaría a sus discípulos locales si creaban una asociación sudamericana y ellos la crearon (www.shaolinchan.org), que ya tiene ocho países asociados. Con el inesperado apoyo del Canciller de Bolivia, Fernando Huanacuni Mamani, que resultó ser también un consumado maestro de kung fu, organizaron un evento regional en La Paz, y entre el 23 y el 27 de agosto de este año harán en Buenos Aires el 2º Festival Internacional de Shaolin Wushu en Sudamérica, que ofrecerá exhibiciones, conferencias y seminarios.

En el Centro de Cultura Shaolin Argentina funciona la Escuela Quan Fa Guan, que integra kung fu, taiji (tai chi chuan), qi gong, meditación y yoga. Su plan es expandir las actividades hacia otras áreas de la cultura shaolin, con práctica e investigación en Medicina Tradicional, filosofía budista, caligrafía y pintura, música, cocina y nutrición, confección de trajes y arquitectura.

“La gente se acerca para hacer una actividad física, mantener una disciplina, socializar, poder defenderse. Pero sobre todo, porque sabe o intuye que ofrecemos algo que mejora la calidad de vida”, explica Yamila. Daniel agrega que “enseñamos a conectar lo interior con lo exterior, el cuerpo con la mente y el alma. Buscamos esa armonía incorporando la meditación. Nuestro objetivo es la serenidad, la concentración, no sólo en la práctica del kung fu, sino a través de esa práctica, en nuestro trabajo, en el estudio, en la relación con las otras personas. Un trabajo que debe dar como resultado que te conectes con lo importante de vos. Algunos dejan la práctica del kung fu porque les cuesta estar frente a sí mismos y decidir hacer lo que de verdad quieren hacer. Lo que enseñamos debe llevar a los practicantes a ese momento de apuntar adonde quieren ir, y dirigirse ahí, sin perder el tiempo”.

Los alumnos que concurren a las sedes de Almagro y del Templo Budista Tzong Kuan, en el Barrio Chino de Belgrano son variados. Una profesora de matemática practica junto a un rugbier, un abogado hace formas junto a una bailarina, una estudiante de magisterio le enseña a un jubilado. Los chicos tienen su entrenamiento específico. Torciendo la tradición, desde la cabeza, la escuela tiene un equilibrio entre hombres y mujeres. Además de las clases, el centro organiza para profesores y alumnos torneos, retiros y viajes de entrenamiento a China.

La Escuela Quan Fa Guan está en Francisco Acuña de Figueroa 833, Almagro, C.A.B.A. (www.shaolinquanfaguan.com.ar , tel. 54-11-4855-1787. cel. 5491131503261, shaolinguanarg@gmail.com).

Categorías: Deportes

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