China hará en noviembre la primera exposición mundial de importaciones (y es la segunda economía en esa actividad económica, con compras estimadas en 10 billones de dólares en los próximos cinco años) y ayer volvió a invitar a Argentina a que se sume, en un evento que organizó su Embajada junto con la Agencia nacional de Inversiones y Comercio Internacional. El embajador chino Yang Wanming y el ministro de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere encabezaron el acto junto con otros funcionarios, a sala llena de empresarios en el hotel Sheraton.

La Exposición Internacional de Importación (CIIE) se hará en Shanghai del 5 al 10 de noviembre de este año con convocatoria global. “Es la primera que hace China y la primera de estas características a nivel mundial, y se hará todos los años a partir de ahora”, anunció Yang ante un auditorio en el cual en primera fila también estaban (y al igual que Etchevehere, todos hablaron luego en el escenario) el embajador argentino en Beijing, Diego Guelar; el secretario de Comercio, Miguel Braun; el director de Comercio de la Agencia, Alejandro Wagner; el subsecretario de Estrategia Comercial, Javier Arana, y el consejero Económico chino en Argentina, Zhai Chengyu. También estuvo el director de Relaciones Económicas Bilaterales de la Cancillería, Daniel Polsky, y otras autoridades argentinas y chinas. Entre las empresas, representantes de la Cámara Argentina China, que intentará organizar una presencia nacional en Shanghai, comentó a Dang Dai su director ejecutivo, Ernesto Fernández Taboada, algo que viene difícil por ahora, como se comentará más adelante.

Se trata de un mega evento que muestra, según Yang, el compromiso chino en la apertura y el libre comercio. “Como dijo hace unos días nuestro presidente Xi Jinping, queremos aumentar nuestras importaciones y bajar los aranceles. Él señaló que ‘la apertura no se cerrará, se abrirá cada vez más’”. El diplomático criticó al proteccionismo y habló de “vaivenes y fragilidad que se observan en la economía global. En ese contexto, China quiere apostar el multilateralismo (elogió en ese sentido el rol de Argentina este año como presidente del Grupo de los 20) y la apertura económica”.

En CIIE, Argentina estará representada por el ministro de Producción, Francisco Cabrera, cuya presencia estaba anunciada ayer, pero no se concretó, en tanto el resto de los funcionarios argentinos de primera línea se fueron enseguida argumentando la visita en el país del presidente chileno, Sebastián Piñera. Argentina tendrá un stand oficial, pero por ahora luce pobre: 92 metros cuadrados contra, por ejemplo, 1500 metros cuadrados del de Brasil.

Es curioso, Brasil tienen superávit con China y Argentina, déficit. Y los empresarios se quejan de ello. Con todo, por ahora sólo dos empresas argentinas están anotadas en esta mega movida.

Aparte de los stand oficiales, “habrá ocho segmentos en esta mega exposición –dijo a su turno Wagner- y desde el gobierno argentino queremos apoyar y capacitar a nuestras empresas a que vayan a ofrecer sus productos”. Luego habló de la apertura del mercado de carnes, reciente, y de negociaciones en marcha con arándanos, uvas, limón, miel y otros productos, además de los tradicionales como vinos, langostinos y otros alimentos. Sin embargo, como se señala, la participación argentina todavía viene muy lenta.

Etchevehere comentó que CIIE “es una señal muy importante que nos da China frente a un mundo incierto, donde compiten las búsquedas de acuerdos comerciales con posturas proteccionistas. Es una señal de que está dispuesta a comprar a sus potenciales clientes y Argentina debe aprovechar esa oportunidad”, sobre lo que también habló Braun ofreciendo servicios y asesoramiento a las empresas que participen. “Ojalá participen muchas y hagan negocios”, alentó. Como se sabe, Argentina tiene un fuerte déficit comercial con China, que se fue agrandando los últimos dos años y continúa en ese sendero en lo que va de 2018. (En el primer trimestre, fue de 2.615 millones de dólares, casi el doble que los 1.347 millones del año pasado).

Cuando le tocó su turno, Guelar dijo que “los países del Mercosur aportan 25% de las importaciones de alimentos de China, y queremos llegar a 35/40% en pocos años, y agregando valor, ese es el desafío. Se puede por el notable crecimiento de las clase media” del país asiático.

El consejero Zhai, por su parte, dio detalles técnicos de la Expo y enumeró los antecedentes de su país en materia de apertura comercial y realización de eventos globales en pos de la apertura.

Las áreas de la Expo serán de comercio de bienes y comercio de servicios. La primera con segmentos de equipos inteligentes y de alta gama, electrónica de consumo y electrodomésticos, ropa y accesorios y bienes de consumo, automotores, alimentos, equipos médicos y productos farmacéuticos y de salud, en 180 mil metros cuadrados. La segunda, tecnologías emergentes, tercerización, diseño creativo, cultura y educación, y turismo, en un área de 30 mil metros cuadrados.

La Exposición –que ya había sido presentada por Zhai en la Embajada hace un par de meses- será un acontecimiento singular, en el Centro Nacional de Exposiciones y Convenciones de Shanghai, y se espera la presencia de exportadores de más de cien países.

Se da también en el marco de la iniciativa china Una Franja Una Ruta, sobre lo cual el embajador Yang dijo que con el Ministerio de Finanzas de Argentina están explorando la posibilidad de montar un fondo bilateral que sirva como articulación de obras en y de nuestro país en ese proyecto lanzado por el presidente Xi hace ya cuatro años.

Detalles de la Expo aquí