El Conicet y la Universidad Shanghai (SHU) terminaron ayer una actividad de tres días en Buenos Aires con un debate acerca del estado de las relaciones bilaterales entre Argentina y China. Ambas entidades, a través de sus centros respectivos CEIL y Centro de Estudios Globales, formaron el año pasado el CIMI (Centro de Investigación Mixto Internacional “Globalización y Sociedad”) y para esta ocasión organizaron un seminario con la asistencia de una veintena de becarios chinos recién llegados a la Argentina. Cerraron la jornada de Buenos Aires el director del CEIL, Guillermo Neiman, el profesor de la SHU Fan Wen Hao, el investigador del Conicet y la Universidad Nacional de Rosario Daniel Oviedo y el historiador y codirector periodístico de Dang Dai, Néstor Restivo. Los becarios partieron ayer mismo a Ushuaia para otra serie de actividades.

En la sede porteña del Conicet, Neiman habló del acuerdo por el cual se creó el CIMI y de las razones por las que el Conicet se fue acercando a China y a la SHU. Además de la creciente relación económica y política entre Argentina y China estos últimos años, destacó la cooperación científica y el hecho de que ya en 2017 por primera vez China superó a Estados Unidos como país con mayor producción y publicación de textos científicos. Y señaló que los tres ejes para la investigación, publicación e intercambio académico del CIMI (cuya parte argentina dirige el investigador y sociólogo argentino Fortunato Mallimaci, que ayer hizo una introducción a la mesa debate) son cultura y religión; sector laboral, sus transformaciones actuales y el sindicalismo, y producción de agroalimentos y cambios en el mundo rural.

Restivo analizó las relaciones económicas entre ambos países y los cambios y continuidades que hubo entre los gobiernos kirchneristas y la actual administración macrista. Y puso énfasis sobre todo en las falencias de la clase dirigente nacional, pública y privada, en definir una postura metódica, estratégica y de largo plazo para con su socio chino, que en cambio, señaló, tiene bien en claro sus objetivos y es cada vez más relevante a escala global. También abordó las asimetrías y desafíos que enfrenta la relación y las perspectivas de la asociación estratégica integral.

Oviedo, a su vez, trazó un panorama sobre esas mismas temáticas pero más inclinado a revisar la estrategia del poder chino (al que llamó a no distinguir entre softpower y hardpower) en el contexto de lo que define como un esquema clásico centro periferia y de expansión de capitales. Y puntualizó algunos factores que para él explican un déficit comercial argentino acumulado en esta década de 36.000 millones de dólares. También aludió al actual ciclo estratégico chino en materia de inversiones y financiación de proyectos, diferente al anterior de intercambio comercial entre materias primas y bienes industrializados.

Fan Wen Hao, finalmente, hizo una síntesis de las presentaciones para los becarios de la SHU, que también tendrán, desde este fin de semana, otra actividad llamada Escuela de Verano en Tierra del Fuego, organizada por el CIMI y la Universidad Nacional de esa provincia, la UNTdF.