El jueves arranca el XIX Congreso del PCCh
La casa de Shanghai del I Congreso, en 1921
Por Néstor Restivo
Desde este jueves y hasta el 25 de octubre se realizará en Beijing el XIX Congreso del Partido Comunista Chino. Si bien siempre son importantes esas reuniones porque fijan por varios años las líneas de gobierno de China (es decir, de la segunda economía mundial y hoy con una creciente influencia global en varios terrenos), esta vez concita más la atención porque muchos analistas ya hablan de una tercera etapa en la República Popular China, fundada en 1949. Es decir, una liderada por el secretario general del Partido y presidente de la RPCh, Xi Jinping, que estaría abriendo un período distinto –con mayor dinamismo, más juego internacional, recreando el nacionalismo y profundizando reformas institucionales y económicas internas- a los que en su momento encabezaron Mao Zedong y Deng Xiaoping, cuyo proceso de “reforma y apertura” algunos lo ven concluido en la presidencia anterior a la de Xi, la de Hu Jintao. Analistas como Jorge Malena, Xulio Ríos, George Shambaugh, Zhou Xinyu, Jesús Castillo Abascal y Patricio Giusto escriben estos días sobre el XIX Congreso.
Mucha agua pasó bajo el puente desde el primero de ellos. Los orígenes del PCCh se remontan a 1920, nueve años después de la caída del último emperador y cuando las expectativas de reforma tras ese episodio que cerró miles de años de historia china se habían enrarecido. Además, en 1917 se había producido la Revolución Rusa, que cambió el cuadro de situación mundial.
La organización de grupos comunistas en China empezó de hecho bajo la orientación de la Comintern. Y en Shanghai se dio la primera y secreta reunión. El I Congreso del PCCh se estableció el 23 julio de 1921 en una casa de Shanghai con una docena de delegados de (usamos la escritura de entonces) Shangai, Pekín, Cantón, Wuhan, Changsha (Mao Zedong formó parte de este grupo), Jinán y Japón. No asistieron esa vez delegados de París ni Moscú, donde también había referentes del Partido, según se lee en Mao in Opposition, 1927-1935, de John Rue (Standford Univeristy Press, 1966).
Hoy, cuando faltan pocos años para el centenario del partido (que la dirección política china espera celebrar con conquistas económicas y sociales específicas, en camino a otras que se fijaron para 2049, o sea los cien años de la fundación de la RPCH tras vencer el Comunismo a los Nacionalistas de Chiang Kai Shek), los debates son otros, el Congreso cada vez reúne a más sectores sociales representados y hay generaciones de chinos que aspiran a una sociedad de valores diferentes y novedosos respecto de los viejos líderes partidarios.
Según el argentino Malena, la importancia del Congreso se asienta en tres motivos: la orientación general que seguirá el gobierno en esta nueva etapa, la revisión de la Constitución partidaria, aprobada durante el período Deng (1982), y la conformación de la nueva dirigencia comunista y por lo tanto de la República Popular. Ver aquí
Giusto, a su vez, señala que el Congreso se da mientras Xi gana protagonismo global en tanto un Estados Unidos gobernado por Donald Trum deja un “vacío de conducción” en la arena internacional y también mientras avanza la depuración de la cúpula del PCCh por la lucha anticorrupción. Ver aquí
Para el español Ríos, sobre el Congreso hay una “única certeza”, la continuidad del secretario general Xi y del primer ministro Li Keqiang, aunque en este caso hay algunas especulaciones sobfe un cambio de funciones. También sugiere que por haber alcanzado la edad jubilatoria podrían alejarse del Comité Permanente Wang Qishang, el jefe de la lucha anticorrupción, y otros cinco miembros. Ver aquí
Su connacional Castillo Abascal adelanta que Xi, quien por cierto cita muy frecuentemente al antiguo filósofo Han Fei, fortalecerá las ideas “legistas” (vieja corriente que confrontó con el confucionismo, para dotar al Estado de leyes claras y concisas que regulen la vida política del Estado, más que la moral que propugnaba Confucio). Ver aquí
Según el estadounidense Shambaugh, Xi consolidará tanto su poderío que su “Pensamiento” se incluirá en la Constitución “a la par que el de Mao” y cinco de los siete miembros del Politburó a ser reemplazados probablemente le respondan. Ver aquí
Por su parte, el Diario del Pueblo (oficial del PCCh) contó el proceso iniciado en 2016 por el cual llegaron los más de 2000 delegados que participarán de este Contreso. Ver aquí. Y
Y el diario cubano Granma conversó en Beijing con Zhou Xinyu, un influyente académico, director adjunto del Centro de Estudios de Diplomacia Pública de la Universidad de Estudios Extranjeros, acerca de los ejes que tendrá el debate. Ver aquí.
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