Un país misterioso para los argentinos

8 septiembre, 2017

(2)ARGENTINA-BUENOS AIRES-CHINA-CULTURA-PINTURA-SERIE

El artista plástico argentino Martín Mazía encontró su destino en la pintura y caligrafía chinas.

Tras una visita a Buenos Aires, el escritor argentino Guillermo Bravo, radicado en China, donde lleva adelante una librería dedicada a la literatura argentina y latinoamericana, cuenta para la agencia Xinhua la imagen de China que encontró en Buenos Aires. En el artículo comienza confesando su sorpresa porque China “es un tema que infantiliza a la gente. En el sentido que amigos inteligentes se vuelven tontos cuando se refieren al mayor país asiático y me hacen preguntas tipo: ¿cómo son los chinos? ¿Los chinos trabajan más que nosotros? ¿Los chinos comen perros?”. En el final recuerda que César Aira, en la novela El Mármol, convierte a los chinos afincados en Buenos Aires en extraterrestres.


Acabo de llegar de Argentina en donde estuve un mes paseando y trabajando. Todos los amigos con los que me encontraba estaban muy curiosos sobre mi vida en China y me llenaban de preguntas.

Siempre me ha llamado la atención la falta de conocimiento que se tiene sobre China en nuestros países. O mejor dicho la distorsión de la imagen que se tiene en América Latina y lo que yo veo desde Beijing.

Y una cosa más. Me sorprende cómo “China” es un tema que infantiliza a la gente. En el sentido que amigos inteligentes se vuelven tontos cuando se refieren al mayor país asiático y me hacen preguntas tipo: ¿cómo son los chinos? ¿Los chinos trabajan más que nosotros? ¿Los chinos comen perros?  Y estupideces por el estilo.

Es que la distancia cultural todavía es muy grande. Hay una imagen deformada. A la idea de que “son muchos y trabajan mucho” que parece ser lo primero en lo que se piensa de China se suman ideas extrañas venidas del mundo del kung fu vía películas estadounidenses y la imagen del barrio chino que también viene de los mismos films. A todo esto se le mezcla la idea de la China tradicional, su poesía, su pintura, sus inventos. Las imágenes a menudo contradictorias: conviven los poetas clásicos con los supermercados chinos.

Porque los supermercados chinos que pululan por todo Buenos Aires, y por todo el país, son los principales hacedores de la imagen que se tiene de China. Para la mayoría de los argentinos los únicos chinos que verán en toda su vida son los que atienden en el supermercado.

Yo me pregunto a menudo porque algunos chinos se van a un país tan lejano y bastante pobre. Les he preguntado directamente pero la respuesta no me ha convencido: “porque aquí es más fácil hacer dinero”. No lo creo. Todo indica que hoy en día es más fácil hacerlo en China que en Argentina. Pero ellos saben más. 

La mayoría de los supermercadistas chinos en Argentina, según he consultado, vienen de la provincia de Fujian. Los clientes argentinos suelen encontrar a los dueños orientales tímidos y retraídos y suelen molestarse de la poca interacción que suelen tener. Pocas veces terminan conversando como suele pasar con el panadero o cualquier otro comercio nacional.

Sin embargo los comercios chinos son muy exitosos. Cuando pregunto entonces porque prefieren comprar en esos locales siempre escucho la misma respuesta: son más baratos y están siempre abiertos.

Pero yo estoy seguro de que hay algo más. Comprar en un supermercado chino es como comprar en otro país. Y gastar el dinero en otro país es como no gastarlo. Las cosas que suceden fuera del país (fuera del espacio simbólico en donde reina la historia familiar) siempre son un poco irreales. Así surgieron por ejemplo los viajes de boda.

Y China es lo más extranjero que se pueda tener en Argentina, es decir lo más irreal. Seguro que es por eso que han proliferado.

Dice Wikipedia: “según el Instituto Nacional de Estadística de Argentina en 2005 vivían en el país 26.482 ciudadanos chinos. Hacia el año 2010, la colectividad china alcanzaba los 120.000 habitantes, posicionándose como la quinta en importancia detrás de la boliviana, paraguaya, peruana y chilena. Los sino-argentinos están dentro de los grupos inmigratorios de más rápido crecimiento en el país”.

La imagen que se tiene de China también se conforma por su rápido crecimiento económico y por sus productos tecnológicos. Cada vez son más los argentinos que compran productos Le Novo o Huawei. De nuevo: se mezcla pasado y futuro al pensar en China. Los poemas y pinturas clásicas y los productos de última tecnología.

La extrañeza que se vive en Argentina en particular por los chinos cristalizó en una novela del máximo escritor actual de nuestro país, César Aira. En El Mármol, publicada en 2011, los chinos afincados en Buenos Aires no son ni más ni menos que…¡extraterrestres! De hecho, al final del libro el supermercado chino del barrio de Flores de despega del tejido urbano y sale volando.

Categorías: Política

PUBLICAR COMENTARIOS