El gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, decidió cancelar la instalación de una central nuclear en su provincia. “Si la gente no la quiere, no la quiere…”, dijo, lamentándose porque hubiera generado trabajo e inversiones en la provincia, agregó. El fuerte reclamo ambiental, de ONGs y de la Iglesia lo llevó a tomar esa decisión. Hace apenas cuatro meses, durante la gira del presidente Mauricio Macri a China, país que financiará ese proyecto, Weretilneck había dado uno de los pocos anuncios concretos del viaje: Río Negro (sobre Sierra Grande) sería el lugar de la nueva central. Pero Argentina vuelve a confundir a los chinos con sus improvisaciones.

La noticia en Ámbito Financiero y Clarín