Los días de Zhang Daqian en Mendoza

12 julio, 2017
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Acaba de publicarse una investigación de la gestora cultural Julieta Gargiulo y el especialista sueco en arte chino Christer von der Burg sobre la vida del gran pintor chino Zhang Daqian en la localidad mendocina de Godoy Cruz. Publicado por Zeta Digital, Los días de Zhang Daqian en Mendoza aborda un capítulo de quien es considerado el mayor pintor chino del siglo XX que no había sido investigado por sus biógrafos.


El libro, bilingüe español-inglés, repasa algunos estudios que se hicieron de la permanencia de Zhang en San Pablo y California, tras irse de China luego del triunfo comunista de 1949, y de su regreso a Taiwán, donde murió en 1983. Fue presentado en la reciente Semana de China que organizó la Universidad de Congreso en su sede central de Mendoza.
En Godoy Cruz vivió con su familia entre 1951 y 1954, donde pintó, entre otros cuadros, “Primavera en las Montañas de Sichuan”, que en 2011 fuera subastado por Sotheby’s de Hong Kong en 8 millones de euros. Por estos años, se ha dicho de Zhang que ha sido “el Piccaso de Oriente”, tanto por la belleza de su obra como por los éxitos de sus ventas.
Gargiulo y Von der Burg nos recuerdan que fue también “poeta, calígrafo, especialista en cepillos, investigador, copista, coleccionista de antiguas pinturas que abarcan un período de casi 1.000 años de la cultura china, docente en materias artísticas de la Universidad Central de Nanking y en el Instituto de Bellas Artes de Shanghai, asesor artístico del Museo Imperial de Pekín y merecedoro del Honoris Causa de universidades de Oriente y Occidente”.
Zhang nació en Neijiang, provincia de Sichuan, en el seno de una familia de artistas católica y acaudalada. Tenía 12 años cuando cayó  la última casa imperial, Qin, y comenzaron fuertes cambios políticos en China. Se formó como artista con grandes pintores. De su obra en China antes de exiliarse se recuerda, por ejemplo, su serie sobre las Cuevas de Mogao, santuario budista de enorme belleza, en Dunhuang, provincia de Gansu.
El triunfo maoísta lo obligó a escapar con su familia (su padre era amigo personal del líder nacionalista derrotado Chiang Kai-Shek) y luego de otras escalas en Hong Kong o India fue a recalar a Godoy Cruz.
La búsqueda de Gargiulo no fue fácil para reconstruir ese viaje y esa estadía de tres años, pero un “hilo rojo” fue llevándola a algunos testimonios de amigos, vecinos y residentes que permiten la tarea y este gran aporte a la biografía de Zhang Daqian.
Vivió muy poco tiempo en Buenos Aires, hasta expuso en la Galería Peuser por iniciativa del Instituto Cultural Chino Argentino, y donó dos de sus obras al Museo Nacional de Bellas Artes, dos kakemonos en color, uno “Loto” y el otro, “Ángel volador”. Antes de instalarse en Mendoza, lugar que eligió impactado por “la intrépida arquitectura de las montañas andinas”, volvió a China a buscar a su familia, para regresar a nuestro país e instalarse en la calle Centenario 131 de Godoy Cruz, en una quinta con huerta, frutales, jardines y amplios espacios para su familia y sus animales: peces, gatos, “monos” gibones y perros tibetanos…
No aprendió el idioma español y “jamás occidentalizó su vestimenta y no se vinculaba con su entorno sino a través de su secretario Wamin”, a quien el vecindario aún recuerda como la mano derecha del Maestro.
Las obras de Zhang pintadas aquí, antes de irse a Brasil, EE.UU. y finalmente Taiwán, según pudieron averiguar los autores, son “Separación”, “Cascada”, tres “Lotos”, “Hombre a caballo”, “Gibbon”, “Paisaje de otoño” y el citado “Primavera en las montañas de Sichuan”.
Categorías: Cultura

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