Shenzhen: ¿milagro o Estado?

17 mayo, 2017

Sin Deng Xiaoping y su decisión “de arriba” sin mucho para discutir, Shenzhen no hubiera sido posible. A Tao Yitao le tocó la oportunidad de visitar Vietnam en la década de 1990 y ver si era posible crear allí zonas económicas especiales como se hizo en China, y la funcionaria vio que no lo era por, entre otras razones -también de capacidad financiera, claro-, la “falta de un poder central” que ordenara el modelo que se quería seguir. Y eso que Vietnam tiene un régimen político similar al chino. “Hay que entender que en todo el desarrollo chino de estos años el gobierno central fue el motor y el organizador”, dijo en una charla en la Universidad de Buenos Aires, el lunes.

 

Tao con Lila Kowalewsky, del posgrado de la FCE-UBA


 

Tao, quien hoy enseña e investiga en la Universidad de Shenzhen, dictó la conferencia Contribuciones de la Zona Económica Especial de Shenzhen a la Reforma y Apertura de China en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, frente a alumnos y académicos.

Shenzhen formó parte de la primera serie de Zonas Económicas Especiales que proyectó el líder Deng en la década de 1980, junto con otras de la costa del Pacífico. Y fue “la más exitosa”, aseguró Tao. Luego China promovió ZEE en otras regiones, tanto al Norte como hacia el Oeste del país.

La conferencista historió ese proceso que convirtió a la ciudad de un pueblo pesquero de donde la mayoría quería emigrar y cruzar a Hong Kong (de algún modo, el modelo que tomó Deng, sucesor de Mao Zedong) hasta su asombrosa actualidad, centro de tecnología y avances industriales, sede de grandes multinacionales. “Shenzhen aporta hoy el tercer ‘PBI’ de China y en 37 años su ingreso por habitante pasó de unos pocos dólares a 20.000 por habitante”.

Según Tao, “Shenzhen es única en su tipo, con una cantidad enorme de unidades de negocios, y tiene una gran influencia en la economía de toda China”.

Contó que el gobierno de Hong Kong tuvo problemas al principio en absorber la cantidad de “migrantes y refugiados” que se iban del continente vía Shenzhen. “Hubo graves problemas sociales. También en toda la provincia de Guangdong donde está Shenzhen. Pero con la reforma y apertura y la creación de las primeras ZEE, eso comenzó a cambiar”, dijo. Entre otras cosas, el gobierno central decidió liberar el mercado cambiario para empresas y llegaron muchas inversiones extranjeras. También se permitió la venta de tierras, que en China son del Estado (esa fue otra diferencia con Vietnam, además del peso político de cada provincia –que en China fue menor por las órdenes del poder central- y restricciones presupuestarias: las tierras vietnamitas son privadas mayormente).

Shenzhen tuvo la primera bolsa de valores china junto con la de Shanghai, ambas creadas a fines de 1990. Y promovió una gran cantidad de recursos financieros y humanos para desarrollar el lugar, hoy una mega ciudad con rango de sub-provincia.

Pero la gran lección fue “que el Estado central, el gobierno central, fue el promotor y organizador de Shenzhen”.

La profesora Tao fue presentada por su colega en la UBA Lila Kowalewsky, en una de las aulas del postgrado de Económicas.

Categorías: Economía Negocios

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