Contra la guerra comercial
En la primera vez que un líder chino habla en el Foro de Davos, y lo inaugura y marca la agenda, el presidente Xi Jinping dio un claro discurso contra la posibilidad de una guerra comercial y del auge de nacionalismos económicos, en lo que se interpretó como un mensaje a Estados Unidos cuyo nuevo gobierno a horas de asumir viene planteando lo contrario. Puede parecer irónico, pero igual que ocurrió en el Foro APEC a fines de 2016, China se erige como reaseguro de un mundo abierto al comercio.
Un día antes, Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, había escrito en el Diario del Pueblo, medio oficial chino: “Este tiempo exige que sean aquellos líderes responsables los que desempeñen sus obligaciones de acuerdo al momento histórico”, adelantando que en Davos, la villa alpina de Suiza donde cada año se realiza este evento empresarial, se escucharía más la voz de China y la visión del presidente Xi acerca de la capacidad de liderazgo y responsabilidad en los asuntos internacionales.
La contracara con la figura del presidente electo Donald Trump de EE.UU. fue evidente.
De hecho, un asesor de Trump presente en Davos dio como virtual respuesta luego que Washington no quiere una guerra comercial, sino acuerdos comerciales “más simétricos en beneficio de los trabajadores estadounidenses” y que China debe tener este deseo en cuenta. Quien lo dijo fue Anthony Scaramucci, que el sábado asumirá en la Casa Blanca el cargo de director de Relaciones Públicas. Fue aun más lejos cuando expresó que Trump quizá sea “la última gran esperanza para la globalización”.
Había dicho Xi -en una reunión donde por parte argentina estuvieron la Canciller, el ministro de Hacienda y otros funcionarios-: “Nadie saldrá ganador de una guerra comercial”. “No tiene sentido” culpar a la globalización de todos los problemas que enfrenta el mundo, como la crisis migratoria. En cambio, apuntó contra la “excesiva búsqueda de ganancias” y una regulación fallida como orígenes de la crisis financiera, e indicó que fueron la guerra, el conflicto y los cambios políticos los que desataron la crisis migratoria.
La economía global, dijo Xi, “es un gran océano del que uno no puede escapar”. Por ello, resaltó que el mundo debe decir “no” al proteccionismo.
En Davos los participantes están discutiendo acerca de cuatro metas globales: promover el crecimiento económico, fortalecer el compromiso del sistema de la economía de mercado, regular la “cuarta revolución industrial” e intensificar la cooperación internacional. Para lograr estos objetivos, Schwab presentó en su artículo en Diario del Pueblo cuatro exigencias para los líderes mundiales, incluyendo que, “tan pronto como sea posible, revitalicen la economía para establecer el optimismo económico, la cohesión social, el buen ambiente de confianza política mutua y la cooperación de la comunidad internacional. Y como punto culminante llegar a lograr un crecimiento económico sostenible”.
Por su parte en su discurso de apertura, el presidente de la República Popular China y secretario general del Partido Comunista de su país indicó: “Tenemos que permanecer comprometidos con el desarrollo del libre comercio y la inversión para promover el comercio y la inversión, la liberalización y la facilitación (del comercio) a través de la apertura y decir no al proteccionismo”. Y añadió que “cualquier intento de cortar el flujo de capitales, bienes y personas entre economías, y redirigir las aguas hacia lagos aislados, simplemente no es posible”, remarcó. En ese sentido, señaló que “las puertas de China permanecerán abiertas” y deslizó que la economía global necesita del gigante asiático.
El Diario del Pueblo tamibién destacó lo siguiente del discurso de Xi: Sólo insistiendo en impulsar la innovación, creando un modelo dinámico de crecimiento, atreviéndose a innovar y teniendo valor para transformar se puede romper el cuello de botella del desarrollo y el crecimiento económico mundial. Sólo insistiendo en la coordinación sinérgica, creando un modelo de cooperación abierto y de beneficio mutuo y compartiendo las oportunidades y frutos de la apertura se pueden lograr los beneficios mutuos. Sólo adhiriéndose a los tiempos, creando un gobierno justo y razonable y haciendo que el sistema de la gobernanza global se adapte a las nuevas exigencias de la situación económica internacional se puede proporcionar una protección efectiva a la economía global. Sólo insistiendo en la inclusividad justa, construyendo un modelo equilibrado de desarrollo y mejorando la igualdad, eficacia y coordinación del desarrollo se logra que todo el mundo comparta los frutos del desarrollo.
Y concliye que los cuatro puntos propuestos por el presidente de la RPCh “aciertan de pleno con los males crónicos de la economía mundial, y muestran el uso completo de la sabiduría y la mente en todas las oportunidades y frente a todos los desafíos de la cooperación, ofreciendo una receta para abordar el problema y dirigir así la globalización económica por el camino correcto”.
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