El encuadramiento integral para América Latina

16 diciembre, 2016

El ex embajador chino en Argentina, Yin Henming, actualmente representante especial de su gobierno para América Latina y el Caribe, ofreció ayer una conferencia en el CARI donde, en la sesión de preguntas, señaló que los dichos del ministro de Producción argentino Francisco Cabrera sobre que no se reconocería a la RPCh como “economía de mercado” -dichos sintomáticamente en una actividad del grupo Techint y reflejadas ayer en La Nación y en Dang Dai– obedece a “intereses” y no a “falta de conocimiento”. También destacó la reciente gira del presidente Xi Jinping por nuestra región, el lanzamiento de un nuevo “libro blanco” sobre la estrategia del país asiático para este subcontinente y opinó que las demandas argentinas de mejorar el acceso al mercado chino para productos con más valor agregado y equilibrar el intercambio comercial cuentan con comprensión de Beijing, pero dependen de esfuerzos argentinos.


 

“China es una economía de mercado. Es una realidad. Varios países lo reconocieron. Hubo un desarrollo del sector privado. Si hay países que no reconocen no es por desconocimiento sino por intereses”, subrayó sobre el debate acerca de un tema que se da en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y su concepto de “economía de mercado” para poder encarar pleitos por dumping (exportaciones por debajo del costo) y otras normativas.

Yin fue embajador por seis años aquí, en dos períodos, y abrió su charla en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales en perfecto español, evocando su sentimiento de cariños hacia Argentina. Sobre el viaje del mes pasado de Xi a Ecuador, Perú y Chile (el tercero del líder chino a Latinoamérica en sus primeros tres años de gobierno, un récord) indicó que se firmaron esta vez más de 40 documentos para renovar acuerdos comerciales (China tienen Tratados de Libre Comercio con Perú y Chile, que “en diez años quintuplicó su intercambio” y que “por eso puede vender en China más vino que Argentina”, dijo), promover nuevos convenios en diversas áreas y avanzar “en la cooperación en sectores como infraestructura, energía, agricultura, ciencia y tecnología y cultura”.

Reivindicó el plan 1 + 3 + 6, que significa “un plan 2015-2019, tres ejes como comercio, inversiones y cooperación financiera, y seis áreas de interés chino en la región: energía, infraestructura, agro, manufacturas, innovación en ciencia y tecnología y tecnologías de información”.

En ese sentido, el nuevo Documento de la Política China para América Latina y el Caribe (ver texto completo aquí, adelantado por Dang Dai el 17 de noviembre pasado), llamado comúnmente libro blanco y publicado cuando Xi cerró su gira reciente, “actualiza el anterior de 2008”, recoge las tres giras presidenciales mencionadas, la actividad del foro CELAC-China, “y planifica y orienta el rumbo” en la nueva realidad latinoamericana, de la cual China tomó nota y, aseguró, “se mantiene la confianza en profundizar las relaciones y la cooperación más allá de los cambios que hubo recientemente en algunos países latinoamericanos. Para esta nueva etapa necesitábamos una nueva guía”. En ese nuevo marco incluyó no solo los giros políticos en el Cono Sur sino también referencias a la fase de desarrollo económico chino actual, con “menor tasa de crecimiento -pasó de 10 por ciento anual a 6,5- pero buscando más calidad y sustentabilidad”, en lo que los chinos llaman una “nueva normalidad”. Y asimismo “cambios en el escenario internacional, por eso debemos reformar y reajustar nuestra mirada”, completó.

De la CELAC, entidad que reúne a todos los países de la región, recordó que el primer foro con China tras que se lanzara la iniciativa en Brasil en 2014, fue en 2015 en Beijing. Ante una pregunta sobre por qué “se privilegiaba” ese ámbito que excluye a Estados Unidos, siendo que China participa como socio extraregional de otros que tienen como protagonista a EE.UU., como la OEA o el BID, Yin señaló que no veía “contradicciones” ya que eran tratativas “paralelas”, como las que también hay con Unasur, Mercosur u otros espacios, “cada uno con sus características”. También le preguntaron por el presidente estadounidense electo Donald Trump y su acercamiento a Taiwán, pero dijo que debía esperarse a que asumiera y que China continuará trabajando con EE.UU. por la paz pese a lo complejo de esas relaciones.

En el plano cultural y académico, citó los esfuerzos de su país para capacitar a miles de becarios (entre ellos a periodistas) en el conocimiento mutuo, así como las actividades del año 2016 de Intercambio Cultural China – América Latina, que cerró en Lima justamente en la visita de Xi para participar de la cumbre APEC.

En Lima, además, recordó que Xi habló en el Congreso nacional para esbozar varias líneas de trabajo conjunto con las cuales encarar una labor conjunta con América Latina en los próximos años.

En la ronda de preguntas, Yin dijo que su país está dispuesto a firmar nuevos tratados comerciales, que era consciente de las diferencias que había en el seno del Mercosur al respecto, y sobre el desequilibrio con Argentina, no creyó necesario constituir un ámbito específico en China para ayudar (como hizo Japón en la década de 1980 con una agencia) sino que dependía de Argentina, “que en otros años también tuvo superávit con mi país”, recordó. Sí, en cambio, señaló que el comercio electrónico podría ayudar a pymes argentinas a tener más penetración en los mercados de su país, dado el auge que está teniendo ese formato de negocios en China, aun en su sector campesino, como en otros países.

Más información en Xinhua

Categorías: Política

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