Las empresas chinas que se establecen en el exterior

30 septiembre, 2016

Por Mario Quinteros*

En septiembre de 2016, la Cámara de Comercio de la Unión Europea realizó una mesa redonda para funcionarios que administran sucursales de empresas europeas en China a fin de discutir las características de una nueva ‘Revolución Industrial’ que se está verificando en este país caracterizada por las compras que empresas chinas están realizando en Europa (y en otros países también) de todo tipo de firmas, desde clubes de fútbol hasta constructores de robots (reciente adquisición de Kuka por parte de MIDEA), pasando por bancos, empresas de servicios, logística, etc.


Este afán adquisitivo, por un lado, es apreciado en Europa pues significa buenos negocios para los empresarios europeos, pero también es visto en ciertos círculos del continente con aprehensión ya que temen que China termine comprando sus mejores empresas.

Según representantes de la Cámara, hay en China un gran interés en comprar empresas en el exterior, pero interpretan que no existe simetría ya que existirían restricciones a las compras de empresas chinas por parte de extranjeros. Por ejemplo, si bien se considera normal que un inversor chino compre un aeropuerto en Europa sería muy difícil para una firma europea hacer una operación semejante en China.

De acuerdo a un informe elaborado por la mencionada cámara, en lo que va de 2016 se han registrado 110 operaciones -en diversos grados de implementación- de inversiones chinas en Europa, número que supera holgadamente las operaciones realizadas en el mismo periodo de 2015.

 Son varios los factores que explican esta tendencia, de acuerdo a dicho informe. En primer lugar, los valores de los activos europeos se han debilitado como resultado de la crisis económica iniciada en 2008; luego, las empresas chinas -tanto privadas como estatales- cuentan con capital abundante tras el acceso de China al segundo puesto en la economía mundial.

Pero no todas las adquisiciones se realizan solo como alternativas de inversión financiera; muchas operaciones tienen por objeto posicionar a la empresa inversora en eslabones más adelantados de la cadena de valor de sus productos.

Un ejemplo interesante sobre este último concepto fue manifestado en el encuentro por la representante de la firma League Co. (fabricante de marroquinería y maletas de viaje de Zhejiang) quien dijo que en 2011 decidieron comprar una firma del mismo ramo de Bélgica (Hedgren).

En 2008 -al comienzo de la crisis mundial- League perdió la posibilidad de acceso a sus mercados tradicionales de exportación y fue entonces que se dieron cuenta que el modelo de negocios que habían seguido hasta entonces (fabricar para los compradores siguiendo sus modelos y especificaciones – OEM, Original Equipment Manufacturing) los había posicionado en el escalón más bajo de la cadena de valor, donde más se sufren los efectos de cualquier turbulencia en el mercado.

Así fue que League se puso a buscar oportunidades para acceder a la propiedad de una marca comercial ya establecida y así salir del eslabón inferior de la cadena de valor de sus productos, situación que desemboco -ya con los efectos de la crisis más en evidencia- en 2011 en la compra de Hedgren.

Luego de invertir unos 60 millones de dólares en la adquisición, League vio incrementarse al doble su presencia en el mercado europeo en un plazo de cinco años; además, teniendo una base en Europa, pudo contratar un equipo de diseñadores europeos para renovar su línea de productos.

De acuerdo a lo dicho por su representante, League no solo logro superar su difícil situación de mercado sino que se convirtió en un ejemplo del camino a seguir para unas 20.000 firmas similares en China cuyos márgenes de beneficio se han achicado considerablemente al continuar atadas al modelo de fabricación OEM con bajo valor agregado y mal posicionadas en la cadena de valor. La representante de League afirmo también que la adquisición de Ledgen había facilitado el acceso de su empresa a otros mercados internacionales y que continuarían con su política de adquisiciones de firmas similares en otros países del mundo, ya que -insistió- fabricar productos sin desarrollar una marca no significa otra cosa que la muerte para una empresa.

Un representante de Morgan Stanley Huaxin Securities manifestó que la situación económica europea, aun no recuperada de la crisis, y la disponibilidad de fondos en China son la conjunción ideal para el desarrollo de este tipo de operaciones.

En relación a lo debatido en este reciente evento, cabria extraer algunas conclusiones con respecto a América del Sur:

– El continente ofrece un mercado de unos 400 millones de consumidores;

– La región cuenta con una importante base industrial compuesta por empresas que, en su mayoría, necesitan incorporar tecnología, capital y acceso a mercados;

– Las empresas chinas, frente a la nueva situación económica del país, están siendo impulsadas a mejorar su posicionamiento en las cadenas de valor y a acceder a nuevos mercados;

– Los gobiernos de Sudamérica han mostrado un marcado interés en atraer inversiones para sus países;

– Promover joint ventures y M&A entre empresas chinas y firmas de Sudamérica, además de tener sentido comercial, contribuirá al desarrollo económico, incrementando la producción industrial, ampliando mercados externos y diversificando la base tecnológica de la región.

* Titular de Yi Consulting Ltd.

Categorías: Economía Negocios

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