La reunión de los líderes del G-20 en Huangzhou, China, cerró ayer con un llamado a cooperar para recuperar el ritmo de la economía global, a luchar contra el proteccionismo, las devaluaciones competitivas y (una vez más) las guaridas fiscales. El presidente Xi Jinping, anfitrión del encuentro, dijo que es difícil que la economía mundial se recupere sin un comercio abierto ni políticas macroeconómicas coordinadas entre los miembros del Grupo. No hubo avances sobre las crisis en Siria y Ucrania y en general el comunicado final fue retórico y lavado, como suele suceder en estas cumbres, salvo la ratificación del acuerdo sobre cambio climático de París. Los datos de color fueron la cara de Franco Macri (un hombre más conocido en China que su hijo) en vez de la del verdadero presidente argentino y otro bochorno: un empresario saludó al presidente golpista brasileño Michel Temer con un “welcome Mr Fora Temer”. La agenda del presidente argentino y una entrevista a La Nación.

Notas en El Mundo, CCTV, Télam, Folha, Ámbito, entrevista a Girado en Radio Provincia, a Bianco en AM750, a Radulovich y Peralta en Xinhua y La Nación I y II