La máquina más poderosa del mundo no está en Estados Unidos, sino en China, y supera de largo en capacidad de computación a los ordenadores más potentes de todo el planeta. Bautizada como Sunway TaihuLight, se acaba de convertir en todo un ejemplo de cómo la tecnología occidental comienza a estar amenazada por el auge científico y técnico de China.

El liderazgo de China en este campo es tal que la Sunway TaihuLight supera en más del doble en potencia al anterior ganador del índice TOP500, creado por científicos de todo el mundo y que recoge dos veces al año cómo va la carrera por construir el mayor ordenador del planeta.

Y no se trata sólo de alinear ordenadores, uno tras otro: el chip que controla este gigantesco aparato es el SW26010. En lugar de recurrir como era frecuente hasta ahora a desarrollos de Estados Unidos, China ha diseñado y fabricado desde cero, y de forma completamente autónoma, este revolucionario procesador.

Made in China

“No se basa en ninguna arquitectura existente. Es un procesador que ha sido creado por los propios (científicos) chinos”, advierte Jack Dongarra, profesor de la Universidad de Tennesee, que recuerda que todos y cada uno de los componentes de la máquina son creación de científicos locales.

El creciente y reciente liderazgo tecnológico chino se pone de manifiesto además si se tiene en cuenta que, de acuerdo al TOP500, el gigante asiático ya tiene más supercomputadores que Estados Unidos: 167 contra 165, y eso que en 2001 no tenía ni uno solo.

La victoria del Sunway TaihuLight es toda una advertencia para el gigante tecnológico Intel (que no sólo es el mayor fabricante de procesadores, sino que marca además el ritmo de su desarrollo), y muestra además que la obsesión del gobierno chino por eliminar su dependencia del hardware occidental comienza a dar sus frutos.

La noticia en El Economista