Debaten la convergencia sino-latinoamericana
Con la presentación de un libro de excelente edición y contenidos (cuya lectura se puede descargar aquí), el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe, del Banco Interamericano de Desarrollo, organizó ayer en su sede de Buenos Aires el seminario Made in Chi-Lat. Claves para renovar la convergencia entre Latinoamérica y China, a sala llena y con ponencia de numerosos académicos y especialistas en el tema. Algunos de ellos mismos, más otros autores de calificadas universidades y organismos de diversos países, participan de esta edición Nº 40 del INTAL – LAB, de notable calidad. Al inaugurar el debate, el director del Instituto, Gustavo Beliz, puso la lupa en los cambios económicos en China y globales (en innovación, mega-acuerdos regionales, la crisis en curso, la cuestión tecnológica) y en cómo debería responder América Latina y el Caribe –cuyas exportaciones a China crecieron y lo seguirán haciendo, pero hoy con 50% concentrado en solo cuatro productos, soja, hierro, cobre y petróleo- a esos desafíos.
Entre 2003 y 2014, la tasa de crecimiento del comercio con América Latina fue de 18% en promedio, pero falta diversificación para un intercambio que continuará: para 2024 se estima llegará a superar el medio billón de dólares. Fue uno de los ejes de las discusiones.
Junto con el INTAL organizó la reunión de ayer el Centro de Estudios Legales y Políticos de Asia de la Universidad Austral, y en la apertura junto con Beliz habló en su nombre su director Juan Ignacio Stampalija. También, Wang Liang, encargado de Negocios de la Embajada de China en Argentina
El primer panel tocó el tema de cómo agregar valor a las exportaciones de productos primarios a China, cómo incentivar inversiones en sectores estratégicos y cómo incrementar la transferencia de conocimiento y tecnología para acelerar el desarrollo. Disertaron Martín Piñeiro, director del Comité de Agricultura del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) y el ex funcionario Eduardo Bianchi, hoy cotitular de la Cátedra OMC de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Flacso, con moderación de Félix Peña, director del Instituto de Comercio Internacional de la Fundación ICBC.
Luego hablaron sobre China y el Mercusur, cómo insertarse en la nueva Ruta de la Seda que propone China y cómo superar barreras culturales, los expositores Eduardo Oviedo, del Conicet y Universidad Nacional de Rosario; Carlos Escudé, también del Conicet y director del Centro de Estudios de Religión, Estado y Sociedad (CERES), y Luciano Bolinaga, director del Grupo de Estudios del Asia y el Pacífico (GEAP) de la Universidad Abierta Interamericana sede Rosario, con moderación de Carlos Moneta, director de la Especialización en Economía y Negocios con Asia Pacífico e India de la Universidad Nacional de Tres de Febrero, Untref, autor de uno de los capítulos del libro con prospección a lo que podría ser China en el año 2050.
El tercer panel abordó los desafíos jurídicos de acercar 2dos mundos distintos”, el soft law administrativo en China y cómo crear sinergias en áreas de interés compartido como el derecho marítimo. Para ello expusieron Stampalija del CELPA; Marcos Jaramillo Contreras, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Chile, y Pablo Ferrara, ex profesor de la Xiamen University de China, con moderación de Bolinaga, de la UAI.
El cierre estuvo a cargo de Alfonso Santiago, director de la Escuela de Política, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Austral.
En cuanto al libro, el número 40 de la serie Integración y Comercio, diversos expertos de Argentina, China, Estados Unidos, Brasil, México, Alemania, desde el Nobel Edmund Pehlps hasta empresarios argentinos de Huawei o de Biogénesis Bagó, pasando por muchos otros académicos y analistas, dan cuenta de un amplio abanico de temas y estudios, como transferencia de conocimientos, inversión y cooperación, arte y cultura del intercambio, tecnología, alimentación, energía y minería y otros que ofrecen un panorama del vasto campo de las posibilidades de cooperación entre América Latina y la República Popular China.
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