Las necesidades de China y la ciencia de los cultivos
José Perdomo, director de CropLife Latin America, dijo a La Voz del Interior que “China está diciendo, por lo menos públicamente, que quiere invertir a largo plazo en tecnologías e innovación, que les van a dar seguridad alimentaria a un continente que es importante alimentar. Por su importancia, creo que es un juego estratégico a futuro.” Explicó que “la necesidad de producir alimentos es clara, se necesitará la tecnología y las compañías que tengan la eficiencia, la agilidad y la innovación a futuro son las que van a ganar en esa apuesta”.
– La ciencia de los cultivos, detrás del cambio climático
Sin proceder de una cuna que identifica a los colosos agrícolas, como Brasil, Argentina o los Estados Unidos, el guatemalteco José Perdomo ya acredita un buen tiempo de vivencias y trabajo profesional en estos entornos.
Con más de 28 años en Dupont y ahora al frente de CropLife Latin America (la organización que agrupa a la industria de la “ciencia de los cultivos”), este ingeniero agrícola graduado en la Universidad de Texas, respondió a La Voz del Interior durante el IX Foro Internacional de CropLife, que por primera vez se llevó a cabo en el país.
“Que la agricultura haya contribuido al cambio climático, lo pondría en duda”, sostiene, mientras hace una lectura de las mega fusiones que ensayan multinacionales de la biotecnología (el potencial traspaso de la europea Syngenta a la china ChemChinapor, o la alianza de las estadounidenses Dow y Dupont), y también sobre el perfil de las inversiones de estas compañías en la Argentina.
– ¿Qué hay detrás del reacomodamiento de inversiones en biotecnología agrícola, que incluye a empresas chinas?
– Lo que puedo inferir es que en los últimos años, con la caída de las commodities, la agricultura y los agricultores han pasado de una época de bonanza a una caída significativa desde 2014. Las plagas o el cambio climático imponen una necesidad de mayor escala para poder llevar adelante mucha de esta investigación y desarrollo. La industria viene invirtiendo más de siete mil millones de dólares anuales en eso, y hay que analizar las sinergias, dónde se pueden complementar. Vemos a Dow y Dupont uniéndose, porque tienen un área química y pueden reenfocarse, y una parte agrícola que pueden complementar. Viniendo de una de ellas, puedo decir que juntas van a poder ser mucho más eficientes, sobrevivir y reacomodar sus prioridades. Por otro lado, estamos viendo que ChemChinapor está en una negociación Syngenta, una de las compañías miembros de CropLife. China está diciendo, por lo menos públicamente, que quiere invertir a largo plazo en tecnologías e innovación, que les van a dar seguridad alimentaria a un continente que es importante alimentar. Por su importancia, creo que es un juego estratégico a futuro. Entonces, las razones son múltiples, pero la necesidad de producir alimentos es clara, se necesitará la tecnología y las compañías que tengan la eficiencia, la agilidad y la innovación a futuro son las que van a ganar en esa apuesta.
– Muchos observadores culpan a la agricultura por el cambio climático. ¿Qué dicen quienes están en la vereda de estas tecnologías?
– Todos podemos llegar a la conclusión de que el cambio climático que estamos viviendo ha sido provocado en su mayor parte por las emisiones de gases de carbono en toda esta época industrializada que llevamos en el siglo 20 hasta hoy. Los países que más han contribuido para la emisión de carbono han sido China y los industrializados. Nosotros, en nuestra región, estamos pagando los platos rotos de la desmedida falta de control en muchas de estas economías avanzadas. Que la agricultura haya contribuido al cambio climático, lo pondría en duda en gran parte. Al contrario, cada día, con la siembra directa, se están reduciendo los gases de efecto invernadero porque no se está consumiendo combustible como en el pasado. Y por otro lado, si bien el ganado en general contribuye con las emisiones de metano, eso se puede contrarrestar a través de los biodigestores, que son oportunidades de negocios para producir energía; se trata de tecnologías disponibles, no son nada nuevo, y es cuestión de tomar conciencia y llevarlas a una viabilidad de inversión económica. Entonces, yo descartaría que en el cambio climático la agricultura sea el principal proponente.
– Una de las consignas de CropLife es la sustentabilidad, pero quizá al agricultor le cuesta entender esto…
– Un pilar importantísimo es entender el manejo de los recursos suelo y agua, porque este es el medio en el cual tenemos que proteger el suelo para que no pierda su productividad; eso implica prácticas agronómicas, rotación, y el uso del agua, porque es un recurso cada día más limitado. Debemos estar abiertos a la innovación, a reeducarnos, reinventarnos y adaptarnos para manejar la agricultura de una manera sustentable y hacerla cada día más productiva.
– En la Argentina hubo un cambio de gobierno y de orientación en la política agrícola. ¿Cómo está viendo este proceso?
– Hace un año, en nuestro octavo foro internacional en Chile, apostamos a que venía un cambio en la Argentina. Y aquí estamos, para hablar de la innovación y de los posibles programas proactivos que un nuevo gobierno puede tener para apoyar a la agricultura. Lo que necesitamos es regresar al esfuerzo de mercado, a la innovación, a la apertura, a la inversión y a al estado de derecho que le permite a todo el mundo poder invertir.
–En los últimos años, Monsanto y Syngenta anunciaron instalaciones en el país que no se concretaron. ¿Qué perfil pueden tener estas inversiones en el mediano plazo?
–Habiendo sido miembro de una de ellas puedo inferir que todo este cambio es positivo y da confianza para invertir en el país. Han pasado momentos difíciles en los cuales las compañías han reducido personal, han reenfocado recursos a otros lugares pero, lo que se está viendo, valida que la Argentina está regresando a la familia de naciones para invertir. No va a ser fácil la transición, pero parece que el norte lo tienen mucho más claro que hace algunos meses.
Ficha
Ingeniero agrícola. José Perdomo, presidente ejecutivo de CropLife Latin America, nació en Guatemala, se graduó como ingeniero agrícola en la Universidad de Texas A&M, estuvo vinculado a Dupont durante 28 años.
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