Buenos Aires y Beijing buscan bajar la tensión
El hundimiento, el lunes, de un pesquero chino en aguas argentinos –que ayer Dang Dai confirmó de fuentes diplomáticas pertenecía a “una empresa estatal provincial”- sacudió la relación bilateral pero ambos gobiernos seguían ayer intentando bajar los decibeles. Luego de varios días de silencio, la canciller argentina Susana Malcorra (foto) dijo por Radio Nacional que su gobierno espera que el episodio “no tenga un impacto en nuestra relación bilateral” con China. Y un vocero de la Cancillería en Beijing, Lu Kang, dijo que ambos países “son amigos. Esperamos que este asunto sea resuelto apropiadamente. Las dos partes están en comunicación a través de canales diplomáticos”.
Malcorra explicó que el buque se encontraba pescando dentro de la zona exclusiva argentina, pero que fue hundido fuera de ella. Se seguirán “los procedimientos judiciales correspondientes”, afirmó. La causa está radicada en el juzgado federal de Rawson, a cargo de Hugo Sastre.
Lu por su parte consideró que China espera resolver “lo antes posible” el incidente en el Atlántico, cuando un buque guardacostas argentino disparó y hundió –sin víctimas fatales- el barco , según dijo hoy un portavoz oficial que reiteró las “serias preocupaciones” de Beijing por el suceso, consigna hoy varios medios argentinos en base a despachos de agencias de noticias internacionales.
El pasado lunes, un guardacostas argentino persiguió, advirtió varias veces y finalmente disparó y hundió al pesquero chino Lu Yuan Yu 10, que se encontraba faenando ilegalmente en aguas argentinas. Sus 32 tripulantes fueron rescatados ilesos.
El gobierno chino primero expresó su “seria preocupación” y ha pedido a las autoridades argentinas que protejan los intereses legales de los marineros chinos y una investigación formal.
Según medios chinos, el buque hundido era propiedad de la compañía Yantai Marine Fisheries, a su vez parte del conglomerado pesquero estatal China National Agricultural Development Group.
La prensa china fue muy dura con el caso. Por ejemplo el diario Global Times calificó de “bárbaro” y “brutal” el incidente, según señaló en un editorial que considera “inaceptable” la acción del guardacostas argentino.
Para la Deutsche Welle, el especialista argentino en conservación marina Milko Schvartzman no solo en el Atlántico se dan estos casos. En junio de 2015, la Armada de Chile abordó una flota de pesqueros detectada a la altura de la ciudad de Coronel, ante la sospecha de que estuvieran realizando faenas ilegales. “Estos casos no se reportan a la prensa. Lo del hundimiento es extraordinario, pero las persecuciones son regulares. Hace diez días hubo otro caso, uno hollywoodense, con persecución y disparos”.
Con la pesca de calamar por parte de flotas extranjeras cerca de las costas argentinas –no sólo de barcos chinos sino de otros países, mayormente de Asia o Europa-, el país pierde unos 550 millones de dólares anuales, según cálculos realizados por Greenpeace.
De acuerdo a ley Federal de Pesca un buque que pesca sin autorización en la zona de 200 millas marítimas comete una infracción. El procedimiento habitual es detenerlo y hacerle pagar una multa. Entre 1990 y 2013, la Armada Argentina capturó 19 barcos que pescaban ilegalmente en aguas argentinas, cuatro de ellos procedentes de China. El resto eran siete de Taiwan, tres de Corea, dos de España, dos de Japón y dos de Polonia. En cambio, un caso de hundimiento no ocurría desde hacía 15 años. Especialistas en el tema, según Página 12, interpretaban que era una señal de endurecimiento que buscaban dar desde el gobierno de Macri, quien desde que asumió viene expresando su intención de reencauzar la política exterior hacia Estados Unidos y alejarla de China y Rusia, las potencias emergentes a las que se acercó el país durante el kirchnerismo.
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