El fútbol chino pateó el tablero con la llegada del colombiano Jackson Martínez al Guangzhou Evergrande por 45 millones de dólares, lo cual se convirtió en la compra más cara de la historia del fútbol asiático. El récord le perteneció por seis días al brasileño Ramires, quién cambió el Chelsea por el Jiangsu Suning por 35 millones.

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