Arribeños, una reflexión sobre la inmigración, la identidad y el desarraigo

5 febrero, 2016

El documental sobre la inmigración china a la Argentina Arribeños se estrenó ayer en el Cine Arte BAMA (Av. Pres. Roque Sáenz Peña, o Diagonal Norte,1145) y estará en cartel en esa sala en principio hasta el miércoles próximo, para mudarse luego al cine del MALBA, en Av. Fiigueroa Alcorta 3415. Aquí publicamos un texto exclusivo para Dang Dai de su realizador, Marcos Rodríguez, quien explica la cocina de una película de calidad impactante centrada en el Barrio Chino porteño y en especial de sus inmigrantes taiwaneses más otros testimonios de quienes llegaron a esta tierra de la República Popular China. Abajo, también algunas críticas aparecidas en diversos medios.

alt

El director en una celebración del Barrio Chino


 Por Marcos Rodríguez

 El motivo

Antes que la idea de hacer una película sobre el Barrio Chino estuvo mi amor por el cine oriental. Desde mi adolescencia me interesa la cultura de Oriente. Un día visitaba el Barrio Chino porteño y de pronto me encontré como dentro de una escena de una película de Hou Hsiao Hsien. Yo vivía cerca de allí. Fui a almorzar y vi una pareja joven de chinos. Sonaba música pop china, ellos charlaban en chino… Era como un rincón íntimo, que pertenecía a la otra punta del mundo, una escena salida de una película de otro país. Eso me despertó ganas de hacer algo. Estaba en un barrio puramente porteño, pero asistiendo a una escena de un lugar muy remoto. Entendí que necesitaba filmar ese lugar.

 A partir de esa idea fue tomando forma la película, con lo que sabía y lo que quería saber sobre la inmigración que le dio origen, distintas ideas sobre la identidad y el pasado, la obsesión por ciertas imágenes y ciertas formas de la imagen y los tiempos en el cine. A partir de ese destello resultó claro que unas cosas respondían a otras, que todo tenía sentido como conjunto.

 En un primer momento de Arribeños trabajé con amigos que saben de producción. Al final de esa etapa terminé trabajando solo, pero más tarde, cuando el INCAA habilitó fondos para la realización, armé un grupo de profesionales.

 Entre chinos

 Arribeños retrata la vida del Barrio Chino a lo largo de un año, para lo cual el plan de filmación debía cubrir diferentes estaciones. En el contacto con los chinos hubo muchas veces un primer momento un poco difícil, que tuvo que ver con problemas de comunicación (estudié idioma chino como parte del proyecto) o con desconfianza frente a un desconocido. Superado esa primera etapa, la relación tendió a ser muy cordial. Captamos un deseo de contar su historia, de compartir sus vidas a través de un proyecto que, entre otras cosas, busca transmitir su experiencia más allá de su comunidad.

 Momento

 En un momento recibimos una invitación para asistir a una reunión en la casa de una de las familias de inmigrantes taiwaneses que llevan más tiempo en la Argentina. El motivo de la reunión era, justamente, conmemorar los 40 años de su llegada a Buenos Aires. La familia, miembro importante de la comunidad, había invitado a otras parejas que también llevan varias décadas viviendo acá. No era una gran celebración ni una ocasión solemne: simplemente habían invitado a sus amigos a una gran cena que, como el tiempo era bueno, se organizó en la terraza de la casa. El hijo mayor de la familia ayudaba a traer las bandejas con distintos platos. Todos se sentaron a charlar, hablaron, compartieron con nosotros algunas de sus experiencias, y también su comida. Mientras caía la noche, todos en la mesa empezaron a comer sandías y cerezas. En una terraza en Balvanera, mientras el calor de principios del verano iba bajando, pude ver de pronto, sentados alrededor de una mesa larga, la memoria viva de un viaje que empezó hace casi medio siglo del otro lado del globo. Lejos del Barrio Chino, de los dragones, los colores y los fuegos artificiales, esos eran los hombres y mujeres que un día decidieron dejarlo todo y probar suerte en el fin del mundo.

 Arribeños

 Arribeños muestra la vida del Barrio Chino y la historia de las familias que le fueron dando forma. Se llama Arribeños por la calle, que así nos ofreció un anclaje muy concreto, pero significa también “los que arriban”, y la calle del barrio chino se llama Arribeños por un regimiento que llegaba de río arriba.

 Me movilizó pensar que el barrio chino es turístico, recibe miles de visitantes, pero nadie conoce a las personas que están ahí. No buscábamos tanto “referentes”, sino gente que tuviera algo para contar y quisiera contarlo.

 Lo que buscamos es reflexionar sobre la inmigración, los problemas de la integración, las identidades múltiples que se cruzan para dar forma a un espacio de Buenos Aires en el que conviven culturas tan distintas como la argentina y la china; el peso del pasado y el deseo de construir algo nuevo como fuerzas en tensión que encuentran su representación más visible en la vida del Barrio Chino.

 

Marcos Rodríguez

 Nació en 1982, estudió letras en la Universidad del Salvador y trabajó como profesor de lengua española y literatura alemana. Estudió crítica de cine en El Amante/Escuela. Se dedica a escribir crítica de cine. Como realizador cinematográfico en 2012 estrenó su primer trabajo, La educación gastronómica, un largometraje de ficción, que participó en la Competencia Argentina del Festival de Cine de Mar del Plata.

 Completan el equipo técnico de Arribeños: Ada Frontini, Federico Mercuri, Matías Mercuri, Gerardo Kalmar y Rosalía Ortiz de Zárate.

 La película integra relatos de Antonio Chang, Ana Kuo, Hugo Wu, Margarita Shyu, Roxana Huang, Máximo Lee, Carlitos Lin y Gustavo Ng, entre otros.

Notas de Télam, ClarínPágina 12La Nación y The Buenos Aires Herald

Categorías: Cultura

PUBLICAR COMENTARIOS