Madrugó el Mono en Buenos Aires: masivo festejo en Belgrano
La alegría del Mono de Fuego ya vibra para anticiparse a la llegada del 4714, el Año Nuevo chino, que empezará el 8 de febrero. Ayer y el sábado, la comunidad china en Argentina anticipó los festejos para recibirlo, en la plaza Parques Nacionales, a cuadras del Barrio Chino de Belgrano, dice Clarín.
En el acto central, con el despertar del dragón comenzó el sábado con una danza destinada a espantar a los fantasmas y malos espíritus del 4713, para abrir el año con buenos augurios. Siguió el domingo.
La celebración fue presentada por la Embajada de la República Popular China y la Subsecretaría de Derechos Humanos porteña. El sábado estuvieron por la tarde el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el embajador Yang Wanming. También la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, algo valorado por los organizadores.
Ese sábado, una multitud se acercó a Figueroa Alcorta y Echeverría para participar y probar comidas típicas. Como los Guo Tie que ofrecía David Wu, de Barrio Chino Online. “Son empanaditas echas a la plancha que suelen comerse en la calle, en Taiwán. Están rellenas de bondiola, jengibre, repollo y verdeo”, detalló.
En otro puesto, Xi preparaba sus rolls primavera, una especie de panqueque relleno con arroz, lomo y huevo. “Se llaman así porque en China solemos comerlos al inicio de la primavera”, contó, recordando que el comienzo del año en su país coincide con el de la primavera. En su puesto, además, venden arroz a la hoja de loto. “Es arroz con carne y la hoja no se come, pero le da sabor”, reveló Xi.
En un gran escenario, presidido por un Buda gigante, hubo desde danzas y artes marciales hasta un desfile de trajes étnicos chinos. Y algunos referentes de la comunidad, como el actor Ignacio Huang o el locutor Carlos Lin, hablaron sobre las costumbres de la China. Por ejemplo, que para saludar hay que taparse la mano derecha con la izquierda. “La derecha representa la fuerza. Por eso para mostrar respeto hay que cubrirla con la otra”.
El acto oficial fue a las 18, con las autoridades dando discursos en el escenario (ponderando sobre todo lo multicultural y tolerante hacia todos los inmigrantes de Buenos Aires y Argentina) con la danza del dragón. La ceremonia es muy simbólica: con tinta roja, le pintan los ojos al animal mitológico para que salga de su letargo. Así empieza su danza y reparte buena suerte a su paso. “Con sus bailes, el dragón y el león echan a los monstruos del año que se va y bendicen la llegada del nuevo, para que sea mucho mejor”, explicó Federico Wang, que impulsa una aplicación para difundir noticias sobre la Argentina en idioma chino.
Otra tradición para estas fechas es sacar todos los muebles de la casa para hacer una limpieza profunda. “Es para abandonar lo negativo del año anterior y hacer una renovación –contó Gustavo Ravaschio, de la Asociación Argentina de Feng Shui–. Hay que barajar y dar de nuevo, no aferrarse a los errores del pasado. Ordenar el espacio ayuda a ordenar la mente”.
“Nuestra idea es ampliar el conocimiento que los argentinos tienen de los chinos, que sepan que no sólo trabajamos en los supermercados o las regalerías, sino que tenemos una cultura –sostuvo Carola Shen, de la Fundación Medalla Dorada, que trabajó en la organización del encuentro–. Y aunque nuestros rasgos son muy diferentes, tenemos mucho en común con los argentinos. Por ejemplo, a nosotros también nos gusta pasar las fiestas en familia”.
Para Pablo Chen, de 77 años y nacido en Shangai, asistir al festejo fue un reencuentro con su pasado remoto. “Llegué a la Argentina en 1962 –relató–. En China estaba el régimen comunista y éste fue el único país que me aceptó como refugiado. Me gusta venir a esta fiesta para sentir el ambiente, que me recuerda a mi lugar de origen”.
La celebración siguió el domingo y a las 21.30 fue el cierre con fuegos artificiales. Así, de a poco, la Cabra de Madera le cedió su lugar al Mono de Fuego.
El Mono de Fuego: alegre pero impredecible
El mono es impredecible, por eso hay que prepararse para un año de cambios abruptos, pero también de oportunidades. Hay que estar atentos para adaptarse a los cambios y para aprovechar esas oportunidades. Así lo advierte Gustavo Ravaschio, de la Asociación Argentina de Feng Shui. Y resume en dos palabras las cualidades necesarias para afrontar los desafíos del año: adaptabilidad y cautela.
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