Advierten que el Gobierno argentino quiere dar marcha atrás con las represas en Santa Cruz
En la columna “Otra política, otros socios en el mundo”, Carlos Pagni revisa en La Nación las perspectivas de las relaciones con China. “El objetivo inicial fue conseguir que el swap de monedas se vuelva efectivo. Para eso Prat-Gay y Malcorra negociaron con Yang Wanming, el embajador de ese país en Buenos Aires. En las conversaciones se anticipó otra discusión: Macri pidió que se examinen los enigmáticos acuerdos firmados por la señora de Kirchner con el gobierno chino. Al embajador se le adelantó que, aun cuando se descubran concesiones inconvenientes, el Presidente no pretende abrir un conflicto. Pero sí aspira a reajustar los términos y, sobre todo, a estudiar si las inversiones se pueden dirigir hacia nuevos cometidos. Es el eufemismo para sugerir lo que ya se sabe: para Macri las faraónicas represas Kirchner y Cepernic de Santa Cruz son inconvenientes. Su construcción quedó, al cabo de una licitación muy controvertida, en manos de la china Gezhouba y de Electroingeniería, del kirchnerista Gerardo Ferreyra. El problema debería resolverse antes de que Macri viaje a China, para la cumbre del G-20 de septiembre.”
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