Malena: oportunidad para la reunificación y para la Argentina

8 noviembre, 2015

El sinólogo Jorge Malena escribe para Dang Dai sobre la cumbre entre los líderes chino y taiwanés Xi Jinping y Ma Ying-jeou (ver aparta la crónica del encuentro). En su opinión,  “el interrogante a futuro es si el paso dado ayer en Singapur pone a China continental y a Taiwán en el camino hacia la reunificación: la oposición en Taiwán (favorable a la independencia) previo a la cumbre lideraba las encuestas. El oficialismo (el Kuomintang), podría verse beneficiado por la cumbre (al ser una fuerte señal de paz y estabilidad) y lograr remontar las encuestas adversas, lo cual sí contribuiría con concluir la división vigente desde 1949“. Y señala también. “Para nuestro país, la reunión Xi-Ma también puede tener un significado: aunque no hay dudas sobre lo que representa que la Argentina tenga lazos oficiales con la República Popular China, la creciente vinculación sino-taiwanesa probaría que nuestra dirigencia no debe temer la promoción de lazos económicos y culturales con Taiwán”.


 

La Reunión Xi-Ma: ¿en rumbo a la reunificación de China?

Por el Dr. Jorge E. Malena (*)

Ayer tuvo lugar en Singapur un encuentro entre los más altos dirigentes de las dos entidades que constituyen la nación China: Xi Jinping (presidente de la República Popular China) y Ma Yingjiu (presidente de la “República de China en Taiwán”). Desde que concluyó la guerra civil china en 1949 (de la cual resultó la división entre una “China Comunista” y una “China Nacionalista”), no se había registrado una cumbre de este nivel.

Si bien las autoridades de Beijing consideran al territorio que gobierna Ma “la provincia de Taiwán”, lo relevante aquí es que a lo largo de los últimos siete años el diálogo político y la cooperación económica desarrollados (ambas partes firmaron 23 acuerdos), se han visto coronados con la realización de la cumbre.

Pese a que al concluir la reunión no se firmó un acuerdo ni emitió una declaración conjunta (casualmente por los inconvenientes que generan el status que cada parte se confiere a sí misma y otorga al otro), este encuentro abriría un canal regular para que puedan reunirse los líderes de ambas márgenes del Estrecho de Taiwán.

El encuentro, según se informó, se mantuvo bajo los principios de “igualdad y dignidad”, lo cual evidencia la flexibilidad y el pragmatismo de las respectivas dirigencias. Para China, lo beneficioso de esta cumbre es que la misma vigoriza la imagen de “potencia benévola” que procura construir, mientras que para Taiwán queda demostrado su status de entidad política autónoma de facto.

Si bien Ma concluye su mandato en enero de 2016, es probable que pase a la historia como el Jefe del Ejecutivo que más avanzó en el diálogo político y la cooperación económica con China, si bien sus detractores lo acusan de “haber vendido Taiwán” a China. En cuanto a Xi, el beneficio que le brinda la cumbre es fortalecer su imagen de líder de un país que apuesta por el “desarrollo pacífico”.

El interrogante a futuro es si el paso dado ayer en Singapur pone a China continental y a Taiwán en el camino hacia la reunificación: la oposición en Taiwán (favorable a la independencia) previo a la cumbre lideraba las encuestas. El oficialismo (el Kuomintang), podría verse beneficiado por la cumbre (al ser una fuerte señal de paz y estabilidad) y lograr remontar las encuestas adversas, lo cual sí contribuiría con concluir la división vigente desde 1949.

Para nuestro país, la reunión Xi-Ma también puede tener un significado: aunque no hay dudas sobre lo que representa que la Argentina tenga lazos oficiales con la República Popular China, la creciente vinculación sino-taiwanesa probaría que nuestra dirigencia no debe temer la promoción de lazos económicos y culturales con Taiwán. En la última década y media, la profundización de las relaciones políticas, económicas, culturales y militares entre China y nuestro país, generaron el rechazo a todo contacto con Taiwán.

Dada la necesidad de nuestro país de incrementar exportaciones y atraer inversiones y transferencia tecnológica, no deberíamos desechar ninguna fuente que las ofrezca, en tanto y en cuanto no se violen los convenios internacionales firmados.

(*) Director de Estudios sobre China contemporánea de la Universidad del Salvador, miembro consejero del CARI y profesor del ISEN.

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