La meritocracia del PCCh
“China tiene un sistema político propio, con una meritocracia política, y los líderes son elegidos a través de un examen y ascendidos al nivel superior de gobierno por medio de sus conocimientos y experiencias en su trabajo”, sintetizó en una entrevista con la agencia Xinhua la esencia del modelo chino el profesor canadiense Daniel Bell (foto), quien estuvo en Chile invitado por el Centro de Estudios Latinoamericanos sobre China y la Escuela de Sociología de la Universidad Andrés Bello, donde dictó la conferencia China y el Poder Político: ¿cuáles son los motores de su sistema?.
“Este sistema de gobierno fue establecido en China hace más de 3.000 años y ha sido restablecido en los últimos tiempos, y ahora los funcionarios públicos están siendo elegidos a través de exámenes y ascendidos por su exitosa labor”, precisó. Luego explicó que “China tiene un sistema político propio, con meritocracia política, y los líderes son elegidos a través de un examen, atendiendo a su experiencia, su trabajo en las labores de gobierno y, finalmente, los principales líderes son elegidos por el Congreso del Partido Comunista y la Asamblea Nacional Popular”.
Bell analizó en profundidad la meritocracia china, entendida como un sistema político donde se accede a los cargos de poder no por el nacimiento o la riqueza, sino por los propios méritos de las personas. Ha publicado recientemente el libro El Modelo de China: Meritocracia política y los límites de la democracia, donde analiza su sistema político, el que no solo ha tenido una larga historia, sino que ha convertido al país en la segunda potencia económica del mundo. Sus reflexiones las amplió en su ponencia en la Universidad Andrés Bello, donde aseguró que “aunque todos los sistemas políticos tienen algunas imperfecciones, en los últimos 30 años, con la reforma y la apertura, China ha ido perfeccionando su modelo”.
Según él “existe un mal entendido sobre China en el extranjero porque la reforma y apertura de 1978 no incluye una reforma política al estilo occidental, donde se eligen mediante el voto a los líderes”. Señaló que en el país “se han hecho esfuerzos por cerrar ese espacio con la meritocracia política porque el líder político tiene una virtud y no hay cuestionamientos hacia los líderes, y se piensa que si alguno es corrupto, no es virtuoso”. También puntualizó que “hay que reconocer que, en los últimos años, en China se han hecho esfuerzos contra la corrupción y por la transparencia”. Aseguró que los líderes y funcionarios públicos van a ser ascendidos por su trabajo en la reducción de la pobreza y la inequidad entre ricos y pobres, y también por introducir mayores elementos democráticos. Comentó que “en los últimos 30 años ha habido una conciencia de que China ha tenido un alto crecimiento económico y que esa es la mejor manera de reducir la pobreza, pero existen otros problemas como la contaminación, diferencia entre ricos y pobres y otros”. En su exposición, destacó que “la alternativa no es autoritarismo o democracia occidental, hay que entender que hay otras formas de modelo político-económico y se ve como inferior lo que hay en China, pero hay que comprender el modelo chino”.
Bell sugirió “entender” cómo la meritocracia política ha tenido un papel histórico en el devenir de China: “Allí lo que se rescata son habilidades superiores, conocimiento, inteligencia y virtuosidad; y el filósofo griego Platón también defendía la meritocracia y, en su obra La República, están esos conceptos”. Sobre las cualidades que debe tener un líder, Bell mencionó: “Capacidad intelectual y entender la psicología humana, las relaciones internacionales y la historia de China”. La segunda capacidad que debe tener el líder es la “habilidad de entender lo social, tener empatía, entender, comprender, llegar a la gente; y la tercera es la virtud, los fines personales, la no corrupción”. El profesor resaltó que “hoy, en el corazón de las preocupaciones del pueblo chino, están esas tres capacidades y condiciones que tiene que tener el liderazgo del país”. “Todo eso es un proceso complejo y debemos entender cómo funciona el sistema chino y la esencia del ser político en China, a fin de poder interactuar con ese país en el siglo XXI”, concluyó. Daniel A. Bell es de origen canadiense y actualmente es profesor de Filosofía Política en la Universidad Tsinghua de China y director del Instituto Berggruen de Filosofía y Cultura de Estados Unidos.
(Material de Xinhua reproducido por el Instituto Argentino de Estudios Geopolíticos – IADEG)
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