De paso por Buenos Aires, en un viaje en el que brindó conferencias en el Banco Provincia y en la empresa Techint, el economista y profesor Justin Yifu Lin, ex vicepresidente senior del Banco Mundial y autor de numerosos libros, hombre de consulta permanente del gobierno chino, dijo que “este año China crecerá al 7% y la importación de granos y alimentos no se reducirá”. Y que ”en 2040 China será un país de altos ingresos y alto consumo que se encontrará obligada a importar alimentos”.

Por otra parte, en Ámbito Financiero, en su sección Charlas de quincho, se señala sobre la actividad que desplegó Lin en Buenos Aires: “Sobre bienes, pero públicos y globales, habló un raro chino que trajeron al país el Banco Provincia y la Secretaría de Agricultura de la Nación. Se trata de Justin Yifu Lin, un hombre nacido en Taiwán que se escapó nadando hacia la China comunista, cruzándose con los miles que venían de enfrente. Es un investigador y asesor del PC de su país que habla de la ‘economía estructuralista’ y que llegó a un alto cargo en el Banco Mundial. Su fórmula explica el caso chino: economía de mercado, fuerte intervención estatal, pero de libertades públicas ni hablar. A ellos por ahora les funciona. Estuvo en una mesa junto al experto en emprendedurismo Bernardo Kosakoff, el subsecretario de Agricultura Gabriel Delgado, el dueño de casa Gustavo Marangoni, y el diputado disidente José Ignacio de Mendiguren, ante quienes explicó el modelo de su país y trató de tranquilizar con mensajes positivos. El primero, el elogio al desarrollo de la industria agropecuaria argentina, que, dijo, ahora debe aprovechar para que la soja no valga 300 sino 600 agregándole industrialización. Segundo, desdramatizar la caída de las ventas de su país. ‘Vamos a seguir comprando alimentos porque nuestra gente va a seguir comiendo’. ¿Y la devaluación del yuan? ‘Es un ajuste necesario en cualquier proceso de crecimiento’. ¿Se frena China? ‘Vamos a seguir creciendo al 7 por ciento anual, no es poco, tranquilos’. El chino sabía del país porque estuvo en los 90 un par de veces, y mostró buen conocimiento de lo que pasa en la Argentina. Como la mesa era casi una multipartidaria, no se avanzó en temas de coyuntura electoral, la preocupación del resto de los comensales”.

Ver la entrevista en La Nación