La Auditoría General de la Nación aprobó ayer los acuerdos con China referidos a ferrrocarriles, en una sesión donde el oficialismo logró su objetivo pese a críticas de los representantes de la oposición. Hubo sendos informes de cada sector pero se aprobó el más benevolente. Se analizó la compra de 279 coches de pasajeros para el subte porteño provistos por la empresa china CITIC, el suministro de 24 locomotoras diésel y 160 coches de pasajeros para la ex línea San Martín, de CSR, y la adquisición de 20 locomotoras diésel y 220 coches de pasajeros de larga distancia a CNR.

 “Defendemos la política de contratos con China y con todos los países, más que nada porque el financiamiento desde Estados Unidos está bloqueado” sostuvo el auditor Vicente Brusca, uno de quienes votó a favor, también argumentando que hacía 50 años que no se invertía en trenes.

Por el contrario, el radical Alejandro Nieva presentó su propio relevamiento, crítico de la actuación del kirchnerismo en el sector. Discutió datos sobre la compra de equipos a China y sobre el accidente de Once en principios de 2012, que desencadenó en la salida de Juan Pablo Schiavi de la administración de la actividad y en el traspaso de la Secretaría de Transporte al Ministerio del Interior. Sus compañeros, entre ellos Leandro Despouy, habían presentado un informe preliminar muy crítico con denuncias de testaferros y sobre costos, que el oficialismo rechazó para finalmente y tras muchas polémicas votarse a favor por 4 a 3.

Notas en Clarín y Diario BAE