Cooperación bilateral en el sector manufacturero
La cooperación sino-argentina en el ámbito manufacturero tiene un amplio potencial, destacaron los expertos argentinos Matías Carugati y Jorge Castro en una nota con la agencia Xinhua en la que enfatizaron la complementariedad de ambas economías para buscar el “objetivo loable de estrechar lazos” bilaterales.
Carugati, economista jefe de la consultora Management & Fit (M&F) remarcó que “para Argentina, la importancia de relación comercial con China queda en claro con dos cifras: el 7 por ciento de las exportaciones se envían hacia el gigante asiático (lo que implica que está dentro de los cuatro socios comerciales más importantes), y desde allí procede el 17 por ciento de las importaciones”.
“Acaso, simplificando en exceso, podemos encuadrar el intercambio entre ambas naciones dentro de los esquemas tradicionales de comercio internacional, con Argentina proveyendo bienes agropecuarios y China aportando maquinarias”, agregó.
Al respecto, indicó que el “94 por ciento de las exportaciones hacia China corresponden a productos agropecuarios (y sus derivados), mientras que 60 por ciento de las importaciones corresponden a bienes de capital y piezas y accesorios”.
“Entendiendo de esta forma la relación comercial, las posibilidades de cooperación son importantes”, subrayó Carugati.
Según el analista, “mediante la profundización del intercambio, China puede aportar los bienes de capital que Argentina necesita para procesar los bienes agropecuarios, agregando valor a la producción primaria y aumentando la generación de divisas para una economía que sufre de la restricción externa”.
“Lógicamente, el desafío es enorme, por diversos motivos. En primer lugar, porque Argentina tiene una tendencia a cerrar su economía e intentar la sustitución de importaciones. En segundo lugar, porque aún cuando la economía fuese más abierta, el temor a una ‘avalancha’ de productos chinos genera reacciones y temores difíciles de superar”, explicó.
“Estas cuestiones no deberían alejarnos del objetivo loable de estrechar lazos con China, sino obligarnos a encontrar soluciones”, puntualizó.
Por su parte, Jorge Castro, director del Instituto de Planeamiento Estratégico expresó que “la inversión china en la industria manufacturera ya comenzó a desarrollarse” en la región. “En Brasil, las inversiones chinas en ese sector ascienden a más de 10.000 millones de dólares estadounidenses”, ilustró.
El experto, voz de consulta obligada cuando del vínculo entre China y Argentina se trata, afirmó que “la cuestión es que, en definitiva, China realice también en la Argentina la inversión en materia industrial manufacturera que, en los últimos cinco años, ha comenzado a desarrollar en Brasil”.
“Lo que está en juego es la siguiente etapa de las inversiones chinas en este país, que deberán orientarse ya no sólo a la infraestructura o a la industria petrolera, sino hacia el sector manufacturero, vinculado esencialmente a las ventajas comparativas”, argumentó.
Al respecto, mencionó que “la principal industria manufacturera que tiene Argentina es la aceitera que, a su vez, está vinculada con la industria de la maquinaria agrícola”.
“En términos competitivos relacionados con PBI y población, en producción agroalimentaria, Argentina no solo es el primer productor de América latina, sino que muy probablemente sea el primero en el mundo”, resaltó.
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