Los convenios con China consolidan el crecimiento
La economista Aixa Ratta, integrante del Grupo de Estudios de Economía Nacional y Popular (GEENaP), analiza en una nota de Tiempo Argentino, los ataques que han tenido desde la oposición los acuerdos con China y sostiene que “los convenios firmados con China no atentan contra la industria nacional ni contra el empleo nacional sino que abren la posibilidad de un importante ingreso de capitales a través de inversiones en infraestructura, innovación y tecnología, imprescindibles para el crecimiento y desarrollo del país”.
– Los acuerdos de inversiones con China consolidan el crecimiento
Por Aixa Ratta
Macri no estuvo solo en su intención de impedir la implementación de los convenios entre Argentina y la República Popular China. Tuvo el acompañamiento de integrantes del massismo que trataron de aprovechar el clima previo a paritarias para instalar la preocupación sobre una posible caída del empleo provocada por los acuerdos firmados con el gigante asiático.
La movida giró alrededor del artículo 6 del convenio marco de cooperación en materia económica y de inversiones. Tergiversaron el texto sosteniendo que permite el ingreso de trabajadores chinos bajo legislación china, facilidad que generará pérdida de empleos de argentinos. El artículo no establece esa posibilidad, sino que la bloquea al determinar que quienes realicen “actividades lucrativas, ya sean laborales o profesionales, como empleados o por cuenta propia”, lo harán “en condiciones de igualdad con los nacionales del Estado receptor”.
La cláusula determina que si un técnico u operario chino tiene que desempeñar tareas en nuestro país, lo hará en iguales condiciones laborales y salariales que las que rigen para los argentinos. El convenio no autoriza “salarios chinos”.
Los acompañantes de Macri sostienen que el acuerdo permite imposiciones por parte del gigante asiático sobre precios, materiales, trabajadores resultados de la asignación directa de emprendimientos de infraestructura a empresas chinas. El artículo 5 del convenio marco establece lo contrario: “Las adquisiciones en el marco de los proyectos del sector público argentino, cuya ejecución se enmarca dentro del alcance del Plan Integrado, podrán efectuarse a través de la adjudicación directa siempre que estén sujetos a financiamiento concesional de la parte china y que la adjudicación se realice en condiciones ventajosas de calidad y precio.”
Macri y sus seguidores dentro del massismo le dan número al discurso de un grupo reducido pero poderoso dentro de la UIA que se opone a los acuerdos con China, a pesar de que esos convenios respetan la Ley de Inversiones Extranjeras, la Ley de Migraciones y el régimen de contratación pública, utilizados en innumerables convenios marco con otros países que no fueron criticados anteriormente. Existen ejemplos donde empresas extranjeras proveedoras de tecnología emplean a sus propios trabajadores para la realización de las obras, como es el caso de Ex Correo Central convertido en Centro Cultural que emplea a trabajadores alemanes y que no tuvieron repercusión mediática.
Los convenios firmados con China no atentan contra la industria nacional ni contra el empleo nacional sino que abren la posibilidad de un importante ingreso de capitales a través de inversiones en infraestructura, innovación y tecnología, imprescindibles para el crecimiento y desarrollo del país.
Ese despliegue de inversiones impulsará actividades económicas principales y complementarias que demandarán mayor número de trabajadores, fortaleciendo el mercado laboral y dejando caer por tierra todas las predicciones negativas de una posible caída del empleo. El propio grupo Techint, opositor a los acuerdos con la República Popular China, es uno de los beneficiarios de las inversiones y créditos provenientes de dicho país ya que participará en el 70% de la construcción de la represa hidroeléctrica El Tamboral, que recibirá financiamiento chino por 700 millones de dólares.
El financiamiento concesional de obras de infraestructura creció en el mundo con la participación de China. Según el centro de análisis político Diálogo Inter-Americano, el stock total de créditos otorgados por China a los países de la región hasta fines del 2014 fue U$S 118.700 millones. De acuerdo con la Fundación Mediterráneo, entre 2005 y 2011 el financiamiento de China en América Latina superó al Banco Mundial (U$S 53.300 millones) y el Banco Interamericano de Desarrollo (U$S 67.700 millones), con un monto total de U$S 73.200 millones. En ese marco, Argentina no fue un caso aislado de la región ya que recibió un financiamiento por un total de U$S 19 mil millones de dólares, aunque ese monto no fue desembolsado en su totalidad.
El gobierno nacional consolidó mediante los acuerdos sus políticas de industrialización con protección del empleo, la incorporación de trabajadores a empleos registrados y la defensa del empresariado nacional. Que haya recuperado la soberanía en la toma de decisiones a partir de 2003 hace posible que la Argentina negocie convenios bilaterales en mejores condiciones que en el pasado, incorporándose al mundo como un país fuerte que busca inversiones orientadas al crecimiento con inclusión social.
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