La Cámara Argentino China de la Producción, la Industria y el Comercio salió con una fuerte defensa de los convenios firmados entre ambos países y advirtió que “sería un grave error volver atrás”. Su presidente, Carlos Spadone, dijo ayer que “más allá de quién esté al frente del gobierno el año próximo, (esto) lo inició Néstor Kirchner, lo siguió Cristina, pero es para Argentina. Es importante que la próxima administración lo ratifique. No se puede equivocar”. Fue al hablar junto al embajador Yang Wanming (foto) en el primer Seminario de Empresarios Chino Argentinos, realizado ayer en la sede diplomática del país asiático en Buenos Aires.

“Ni los 15 acuerdos firmados este febrero ni el acuerdo marco aprobado por el Congreso de la Nación comprometen a las partes definitivamente. Son convenios suficientemente grandes, amplios y pragmáticos para que cada parte negocie ahora buscando beneficio mutuo”, dijo Spadone.

Yang indicó por su parte que valoraba la propuesta de la Cámara de lanzar este seminario y enfatizó la presencia de representantes de provincias, porque sostuvo que “a nivel local, provincial y municipal, también hay muchas oportunidades de negocios con provincias y regiones de China”.

Spadone(foto) también señaló que los artículos de los acuerdos bilaterales que cuestionó la oposición sobre trabajo nacional y empleo “se hicieron en respeto a las leyes nacionales”, desalentando fantasmas. “Los chinos no van a venir a invadir nada. Mis padres y abuelos y el de la mayoría de los argentinos también vinieron del extranjero, se instalaron aquí, hicieron familia y favorecieron al desarrollo nacional”, disparó.

“Los convenios son un punto de partida, resguardan el interés, sería un grave error volver atrás”, dijo en referencia a las advertencias de declararlos “inconstitucionales”. “La crítica es bienvenida para mejorarlos, pero es necesario mirar para adelante y construir. Este es un punto de partida”, insistió.

Sobre el seminario que propuso la Cámara y fue aceptado por la Embajada y el Foro de Negocios (que antes había anunciado el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Carlos Blanco, uno de los funcionarios nacionales presentes junto al secretario de Minería, Jorge Mayoral) Spadone dijo que “ahora se trata de que los empresarios nos hagamos cargo de nuestra parte, somos lo que nos tendremos que pelear por la letra china. El gobierno hizo su parte al acordar estos convenios ya ratificados por el Congreso de la Nación como un punto de partida del que sería un grave error ir para atrás”.

Al cierre Yang habló de la realidad económica de su país, con la nueva etapa económica en marcha (menor tasa de expansión, pero aún así con un crecimiento de 7% anual, lo cual “equivale a todo el tamaño de todo un PBI de muchos países grandes” creciendo cada año). Y de la economía argentina: “Trabajé en esta embajada entre 1993 y 1995 y veinte años después veo el gran cambio en economía, en ciencia y tecnología, en recursos, tienen un gran potencial de desarrollo”, expresó.

Asimismo destacó el salto en las relaciones bilaterales en estos años: “de 500 a 15.000 millones de dólares y con 40 mil puestos de trabajo creados gracias a nuestras inversiones”. E insistió que en todos los acuerdos China busca “beneficio mutuo y ganancias compartidas”. Igual lo defendió cuando al final del discurso fue abordado por periodistas. Una de ellos, de un medio opositor, insistió con que “la UIA ´(“entiendo que un sector”, le aclaró Yang) no los apoyó y no están aquí”. Los organizadores le señalaron que miembros de la Unión Industrial estaban presentes. Y el embajador pidió un mejor diálogo con medios y con think tanks para “comprendernos mejor mutuamente”.

Sobre el tema intercambio comercial, Blanco dijo que se trabaja de conjunto con China para la promoción de Argentina, para atenuar el déficit comercial de estos años aumentando nuestras exportaciones, y que la relación tuvo una primera etapa de gran salto comercial a partir de 2004, cuando viajaron Néstor Kirchner y Hu Jintao a sendos países, y ahora una segunda de inversiones para el desarrollo, incluida transferencia de tecnología, swap de monedas, ”que de algún modo atenúa el desequilibrio comercial”,  y proyectos de infraestructura.

También habló Tian Fenglin, vicepresidente de la Junta del Directorio del ICBC, quien detalló la evolución de los negocios del banco y de su cooperación con las relaciones sinoargentinas desde la llegada de esa institución financiera a la Argentina hace dos años, cuando compró el Standard Bank, y que cuenta hoy con más de un millón de clientes en el país.

Notas en Clarín, Perfil y Xinhua